Qué momento estaba viviendo cuando le dije al tío Vinko que podía recurrir a mí cuando tuviera problemas en encontrar palabras para completar sus puzzles sabatinos. Pobre viejo, manejó un camión por veinte años de Natales a Punta Arenas, hasta que las largas jornadas frente al vetusto Ford le pasaron la cuenta. Frente a la gruta de la difunta Correa, soportando una sensación térmica de 30 grados bajo cero y colocando cadenas para el hielo, " se pasó de frío" . Llegando a Natales vinieron las tercianas y el reventón de su bombita de sangre. Rápidamente lo tuvieron que estabilizar y devolverlo al hospital de Punta Arenas, por el mismo camino, que por tantos años había sido su razón de existir. El cardiólogo no tuvo empacho en decirle: "Vinko lo tuyo fue un infarto; lo soportaste gracias a la vitalidad de tu raza, austriaquito". Después vino lo peor cuando le anunciaron adiós camión, adiós viajes.
Un día de ocio descubrió que podía gracias a su antiguo diccionario Larousse al cual jamás había prestado atención, contestar el puzzle de la Últimas Noticias del sábado. Los días de semana cobraban interés, pues en descifrar el entrecruce de letras le llenaba la rutina, hasta la llegada del nuevo ejemplar. Eran días felices junto a la tía Julia. Aprendían nuevas palabras, conocían personajes, se desvelaban y no era extraño verlos partir a altas horas de la noche a la mesa del comedor para cambiar la ortografía de una palabra y ver como se le venía la cascada de acertijos que estaban taponados por una S mal puesta. Las llamadas a mi oficina giraban a saber sobre la nacionalidad de "giscard de estaines", "chasquespeare" o la "gorda meller".
Canchero en su oficio de puzzlesista busca estos artificios del lenguaje en forma compulsiva. Tiene un código riguroso. Por ningún motivo comprará esas publicaciones de la especialidad, que traen entretención para toda la familia. Según él, aquellos los puzzles no son espontáneos. Odia el que aparece en la revista del Mercurio del domingo, dice que lo encuentra "poco ético", razones no se las he pedido. Se ha puesto tan monotemático y purista que está indignado con el artilugio lingüístico que aparece en el diario " La Prensa Austral". Hace dos semanas me llamó indignado " Goyito, voy a escribir al diario y voy a destrozar al autor del puzzle, cómo se le ocurre que el equivalente a la palabra "recién" sea "endenantes", este energúmeno está incitando a la gente a legitimar ripios como estos".
Y la cuestión ha seguido. Cerca de la 12 de la noche, el miércoles pasado, cuando estaba boquiabierto mirando el cometa, recibo otro llamado de Vinko…"Goyito, viste el puzzle de hoy de la Prensa, nuestro amigo sigue con sus gracias, hoy ya colmó mi paciencia, como sinónimo de "bótalo" me obliga a escribir "caelo", conjugación que ni el más recalcitrante de los chilotes se atreve a balbucear en nuestros días". Le digo que mejor mire el cometa y se olvide de su torturador, se despide insistiendo que ahora si va la carta al Director.
Hoy en la tarde me pidió con voz entrecortada que lo escuchara. " Goyo, además de ignorante el tipo es un grosero, fíjate que en el espacio de la palabra "ramera" quien llene su puzzle debe escribir "maraca", cuando lancé mi grito de indignación y llamé a la Julita para que viera la salida de madre del tipo, le llegó a dar hipo por el mucho rato que estuvo riéndose recordando el origen de mi enojo". Se despide enojado, porque yo en el momento que se va no puedo dejar de reír. Me confidencia que cuando lo pille en la próxima, tendrá los elementos suficientes para acusarlo al Director de la Prensa Austral.
Con el audífono del teléfono en la mano, no puedo dejar de pensar lo bien que le ha hecho al tío Vinko las irreverencias del puzzlista . Se ha transformado en su cazador implacable, lo seguirá por los laberintos y recodos de sus poco afortunados acertijos. El tipo ignora que está bajo la mira telescópica de un francotirador que tiene todo el tiempo del mundo para esperarlo y sacrificarlo en nombre de la hermandad mundial de los puzzlistas. Pero no puedo dejar de compartir con ustedes, que Vinquito no será capaz de colocarle la lápida. Su mano temblorosa no será capaz de escribir esa carta al director del diario, que tiene el contenido y formato producto de muchas horas de preocupación por el tema. No quiere ser como el Coronel que apareció en el puzzle dedicado a Gabriel García Márquez y a quien parece, nadie le escribía.
Un día de ocio descubrió que podía gracias a su antiguo diccionario Larousse al cual jamás había prestado atención, contestar el puzzle de la Últimas Noticias del sábado. Los días de semana cobraban interés, pues en descifrar el entrecruce de letras le llenaba la rutina, hasta la llegada del nuevo ejemplar. Eran días felices junto a la tía Julia. Aprendían nuevas palabras, conocían personajes, se desvelaban y no era extraño verlos partir a altas horas de la noche a la mesa del comedor para cambiar la ortografía de una palabra y ver como se le venía la cascada de acertijos que estaban taponados por una S mal puesta. Las llamadas a mi oficina giraban a saber sobre la nacionalidad de "giscard de estaines", "chasquespeare" o la "gorda meller".
Canchero en su oficio de puzzlesista busca estos artificios del lenguaje en forma compulsiva. Tiene un código riguroso. Por ningún motivo comprará esas publicaciones de la especialidad, que traen entretención para toda la familia. Según él, aquellos los puzzles no son espontáneos. Odia el que aparece en la revista del Mercurio del domingo, dice que lo encuentra "poco ético", razones no se las he pedido. Se ha puesto tan monotemático y purista que está indignado con el artilugio lingüístico que aparece en el diario " La Prensa Austral". Hace dos semanas me llamó indignado " Goyito, voy a escribir al diario y voy a destrozar al autor del puzzle, cómo se le ocurre que el equivalente a la palabra "recién" sea "endenantes", este energúmeno está incitando a la gente a legitimar ripios como estos".
Y la cuestión ha seguido. Cerca de la 12 de la noche, el miércoles pasado, cuando estaba boquiabierto mirando el cometa, recibo otro llamado de Vinko…"Goyito, viste el puzzle de hoy de la Prensa, nuestro amigo sigue con sus gracias, hoy ya colmó mi paciencia, como sinónimo de "bótalo" me obliga a escribir "caelo", conjugación que ni el más recalcitrante de los chilotes se atreve a balbucear en nuestros días". Le digo que mejor mire el cometa y se olvide de su torturador, se despide insistiendo que ahora si va la carta al Director.
Hoy en la tarde me pidió con voz entrecortada que lo escuchara. " Goyo, además de ignorante el tipo es un grosero, fíjate que en el espacio de la palabra "ramera" quien llene su puzzle debe escribir "maraca", cuando lancé mi grito de indignación y llamé a la Julita para que viera la salida de madre del tipo, le llegó a dar hipo por el mucho rato que estuvo riéndose recordando el origen de mi enojo". Se despide enojado, porque yo en el momento que se va no puedo dejar de reír. Me confidencia que cuando lo pille en la próxima, tendrá los elementos suficientes para acusarlo al Director de la Prensa Austral.
Con el audífono del teléfono en la mano, no puedo dejar de pensar lo bien que le ha hecho al tío Vinko las irreverencias del puzzlista . Se ha transformado en su cazador implacable, lo seguirá por los laberintos y recodos de sus poco afortunados acertijos. El tipo ignora que está bajo la mira telescópica de un francotirador que tiene todo el tiempo del mundo para esperarlo y sacrificarlo en nombre de la hermandad mundial de los puzzlistas. Pero no puedo dejar de compartir con ustedes, que Vinquito no será capaz de colocarle la lápida. Su mano temblorosa no será capaz de escribir esa carta al director del diario, que tiene el contenido y formato producto de muchas horas de preocupación por el tema. No quiere ser como el Coronel que apareció en el puzzle dedicado a Gabriel García Márquez y a quien parece, nadie le escribía.
Comments
1 comments to "Palabras cruzadas"
14:56
Mis saludos y respetos a Vinkito...me encantó su historia...
NORVAL
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