Lalo que siempre viene a comprar me dice que antes no había buenas hembras, que había una linda por barrio, que ahora está lleno de minas ricas. Me pregunta si yo considero que acaso no será un castigo de Dios que ahora que está viejo haya mujeres hermosas y antes no. Me dice aquello mientras entra a comprar Liliana moviendo las caderas. Lalo se queda en un rincón observando. Liliana compra medio kilo de pan y un cuarto de mortadela. Lalo siempre en un rincón observando. Liliana me paga y se va, siempre moviendo las caderas. Lalo que es mueblista me dice: "Me cago ché, buena maderita para mi serrucho".
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Comments
3 comments to "Un castigo de Dios"
12:51
jajaja, ¡que buena!
11:10
Todo un personaje el Lalito....un comentario muy particular...NORVAL
00:41
Hola Hugo.... me preguntaba: Sabrán tus clientes y clientas, que existe una descripción profunda de ellos en tu blog??? jaja.
Alvaro.
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