La vida es bella

Viene Cristina y me dice que la vida es bella. La verdad que no la entiendo. La semana pasada me habló que su padre no es su padre. Se lo confesó recientemente la madre. Su padre no lo sabe. Que el hijo que tiene con su pareja no es hijo de su pareja. Él no lo sabe. Que el hijo del hermano no es su hijo. Se lo dijo su cuñada. Él no lo sabe. Entonces yo le pregunto a Cristina por qué la vida es bella. Me contesta que mientras estaba almorzando con su padre, su madre, su hermano y su cuñada recibió la noticia que accedería a una vivienda entregada por el gobierno. En donde vivirían su padre, su madre, su hermano, su cuñada y el primo. Este último padre de su hijo. Me comentó: “Ya estaba bueno... por fin viviremos en algo nuestro”.