Angélica Santos que vive enfrente de mi casa y que a veces entra a este blog me dice: "Cuando tú eras niño siempre fuiste un chico temerario, recuerdo el día que en Puerto Natales cayó una tormenta, eran rayos y truenos, tienes que haber tenido unos 10 años. Por la ventana de mi casa mirábamos con mi madre el espectáculo, de repente saliste corriendo de tu casa con el torso desnudo. Te paraste en la esquina de Libertad con Valdivia y gritabas; "¡Rayos y Truenos vengan a mí!" Nosotras no lo podíamos creer. El verdadero espectáculo eras realmente tú. No la tormenta que nunca más tuvimos en Puerto Natales". Cuando Angélica me cuenta esta historia por mí olvidada no lo puedo creer. Ahora salgo bien protegido y vuelvo enseguida a casa por miedo a que me pueda pasar algo. Pero algo hay en mí que me dice que cuando venga la tormenta, saldré nuevamente con el torso desnudo a enfrentarme con los elementos.
viernes, 8 de agosto de 2008
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1 comments to "¡Rayos y Truenos vengan a mí!"
17:19
Yo recuerdo haberte visto allá por el año 88, corriendo furibundo por la calle Esmeralda, a la altura del hospital, gritando; "rayos y truenos, vengan a mi"
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