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La secretaria me pregunta la profesión. Le digo que escritor. Se empieza a cagar de la risa. No para de reírse. Es que yo te conozco pos Hugo me dice. Estudiamos juntos en la secundaria. Eras el más burro de todos y ahora vienes y me dices que eres escritor. Yo comienzo a reírme. No paramos de reírnos. Como la risa igual que el bostezo es contagiosa, el resto de la gente igual ríe. Yo no paro de reírme. Ella ríe como loca. Todos reímos. Le digo entonces que ponga comerciante. Para de reírse. Yo paro de reírme. Todos paran de reírse. Ahora sí me dice, tú siempre fuiste bueno pa la talla Hugo. Salgo de allí, llego a la casa, abro el almacén y comienzo a atender.