Boris Maruna tiene una obra poética ampliamente difundida en su país, y traducida a idiomas como el italiano y español. Nació en Croacia el año 1940 y en distintas etapas de su vida ha residido en países como la Argentina, Estados Unidos y España. Ha sido antologador de Federico García Lorca y cursó estudios de Literatura Anglosajona en la Universidad de Loyola, en Los Angeles, Estados Unidos. Es traductor de Charles Bukowsky, Manuel Vásquez Montalbán y Nicanor Parra.
POEMA
Algún día tendré, por fin, un rato libre
Y así, cansado de la vida, me sentaré al escritorio,
Arrimaré mi vieja Royal
Y compondré un poema terriblemente bello,
Con cierto objetivo práctico, bien definido:
Ganar algo de dinero
Y mover mi coche estropeado en la carretera.
El poema tendrá la forma de la cruz,
La mirada equilibrada de la muerte.
Será, probablemente,
La poesía para que me he estado preparando todo este tiempo:
En ella no escaseará nada,
Nadie se quedará falto;
Las ratas heredarán la cocina,
Las cucarachas el cuarto de baño.
Tú, también puedes estar tranquila.
Como los alemanes, como la sopa en polvo,
Esa poesía, terriblemente bella,
Tendrá también sus lados débiles;
En ellas tus tetas colgarán como
Las piernas imponentes de un paralítico,
En ella vivirás sin los demás,
Sin pagar jamás el alquiler.
La mirada equilibrada de la muerte
Estará siempre presente, como los zapatos tiesos,
Como los intereses de Dios nuestro Señor.
Nadie puede perder nada
Si aceptas las cosas como son.
Además, cuando era más joven nunca había pensado
Que el amor tenía su aparato digestivo;
Ahora, por fin, esto también quedará
Sentado.
La terrible belleza de ese poema
Tendrá su origen en el hecho
De no olvidarse nada, de no omitir nada.
Será igual de favorable al guerrero como al cadáver;
Al ámbito lejano como al gusano más insignificante.
Aludirá, imparcialmente, a la religión, a la política,
Al pueblo, a cada aguja y al ojo de cada aguja.
Hablará de ti, amor mío,
Del mundo en general
Y de todo aparte.
Más que todo de nada.
INTENTANDO SOBREVIVIR
Por la radio están retransmitiendo un partido:
El Barcelona contra el Ferencvaros.
Spaski está perdiendo,
El Presidente está en su cazadero público,
Las putas dan vueltas por el barrio chino,
Roberta Flack está cantando Will you love me tomorrow,
Unos croatas idean el secuestro de un avión sueco,
Y Cristo en el Tibidabo divierte a niños y turistas.
Desde Munich llegan noticias desanimadoras:
Siempre hay alguien que deteriora el buen humor
Al mundo civilizado.
Se juega el segundo tiempo,
Yo me estoy tomando una cerveza rancia
En una maloliente taberna del puerto;
Mientras, en mi cabeza, doy vueltas
Y más vueltas a una vieja idea:
Este morir es demasiado lento
Y esta vida, en su límite final,
Cansa tanto.
Y así van las cosas;
Como en su tiempo dijo Nietzsche,
Dios no existe, sólo el deporte
Y, hasta cierto punto, la muerte
Mandan en el mundo.
Donde quiera que mires
Todo es competir y pasar: Nada perdura.
Ya nada es como fue.
Tampoco los húngaros
Son lo que fueron:
Así dice la radio en el estante.
Me digo: Tampoco yo soy yo.
Y acaso, ¿hay alguien que sí sea?
¡Qué difícil es hoy ser digno!
Cuando salgo de la taberna,
Una puta me mira con ojos
De tristeza incontenible, como si hubiera
Traicionado lo que un día fuera su esperanza.
No tiene idea de cuántos golpes he dado
Deambulando por el mundo
Con el anhelo silencioso de curar a la especie.
Yo no dudo, he cumplido: lo mío
Lo mejor.
No es culpa mía
Si hoy en día los pescadores, jugadores de golf,
Cazadores de caza pequeña y otros humanistas
Programan nuestras vacaciones. Y le digo a la puta,
Te equivocas, no soy él que tú piensas,
Yo sólo me preocupo de los despojos
De la dignidad de la humanidad entera.
Alguien debe hacerlo.
Yo tampoco, dice ella.
Lo sé, hermana, digo yo
Como pequeña historia sentimental.
No resulta fácil caminar sobre la mierda;
Salgo bajo el sol amarillo de humo azulado
Y camino como un boxeador vencido:
Cabizbajo, con la noche
En los ojos, y el rabo
Entre las piernas; pero sigue el calambre, los músculos tensos
Y los tendones a punto de estallar,
Como si me estuviera abriendo paso en una falange
De Alejandro Magno, o en una cámara de gas,
O en las arenas movedizas;
Hago con la mano la señal de mi último
Adiós y me abro paso,
Me diluyo para volver
A las cálidas entrañas de mi anciana madre.
Y es ahí cuando me paran los automóviles en un cruce
Y sé que no hay regreso: Qué lejos está mi Vieja
Podrida como una col olvidada en la huerta de la lluvia.
Vida, años y cáncer; este round
No tiene gong, este match se acaba en el silencio.
Y por más que me consoléis con cosas exquisitas, digáis lo que digáis,
Yo diré: No le tengo envidia a nadie
Ni tampoco hay que tenerme envidia a mí;
Por más que yo os haga mal o bien,
Aunque os invite a un café al Ópera
U os ponga una bomba debajo de la cabecera
El mal no fue idea mía.
Yo sólo estoy intentando sobrevivir,
Igual que Janko Políc (*) se murió
Entre las putas.
(*) Janko Políc, poeta croata muerto en el Hospital de Barcelona, en 1911, en circunstancias desconocidas.
DEFENDERE LA CASA DE MI PADRE
Leyendo a un poeta vasco
Defenderé la casa de mi padre de los lobos
de los malos tiempos la defenderé
de los impuestos de la ideología
de las conjuras.
Defenderé la casa de mi padre de los criminales
de las injusticias
perderé el ganado perderé los viñedos
la plaga arruinará las cepas
pero defenderé la casa de mi padre
cuando me arranquen las armas
la defenderé con las manos desnudas
la defenderé con los dientes y salvajemente
pero defenderé la casa de mi padre
cuando quede sin manos y sin hombros
con el pecho desgarrado la defenderé con el corazón
ensangrentado
la defenderé con mi alma
la defenderé con la mirada de mi padre así defenderé
la casa de mi padre
cuando muera cuando se pierda mi alma
cuando mi corazón se transforme en tierra
cuando ya nada quede de mí
la casa de mi padre permanecerá de pie.
EZRA POUND
(Breve biografía)
Un joven maravilloso fue
ese Ezra Pound:
en el viaje de las señoras de James,
algo perdido al igual que ellas,
iba escarbando por los basureros
del pensamiento europeo,
mientras T.S. Eliot,
Al Capone
et compañeros
se hacían famosos.
Luego un poco de mafia
Il pane nero dell' Impero
Después los Vencedores:
un manicomio espacioso.
La Partisan Review
y Charles Olson: escribe
como respire la máquina de escribir.
Luego otra vez la mafia, mansas
colinas del norte italiano,
Allen Ginsberg
y algún judío más.
Así también llegó la edad avanzada
y, con ella, la conciencia
de que los intereses son los intereses
y que siempre alguien
se meará
por encima
de la tumba del otro.
jueves, 23 de septiembre de 2004
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