En Puerto Natales se estancan las industrias. La población ha crecido en forma por demás notable y no se advierten nuevas fuentes de producción. Los frigoríficos laboran de la misma forma que hace diez o quince años, cuando el pueblo tenía cinco mil habitantes. Hoy día hay ocho mil natalinos que necesitan trabajar y vivir.
Existe en la vecina ciudad un gran porcentaje de gente - como en todas las ciudades - que no puede vivir sino dependiendo de empresas capitalistas. Les falta espíritu de empresa y están condenados a ser asalariados. Sin embargo, hay industrias que ofrecen enormes posibilidades de progreso y de riqueza, entre ellos la pesca, todavía explotada escasamente.
EL MAR ES UNA MINA
Vive en Natales, desde la fundación de la ciudad, un hombre de esfuerzo y de trabajo, que hoy día es propietario de muchas casas, embarcaciones y otros bienes. Se llama Tomás Pérez y es un hombre de mar. En los círculos marítimos se le llama "Don Chuma". Es alegre, emprendedor y tiene cierta fama de pudiente o "palogrueso".
Don Chuma realiza inveteradamente, todas las tardes, con calma o con viento, con sol o con lluvia, su acostumbrado paseo por las playas. Allí charla con los pescadores, con los nutrieros, y con su gente. Tiene varias lanchas que le trabajan por los canales. El hoy día es solamente el armador. Todas las embarcaciones las construyó, - nos dice - con sus propias manos.
Frente al canal conversamos de las posibilidades de la industria pesquera. Nos dice nuestro entrevistado que, el mar es una mina. Agrega que a la hora que quiere un peso, tira la red y saca pescado. Lo vende y tiene plata. De esa manera ha logrado ser propietario de cuatro casas y vive en una de dos pisos. Son palabras textuales, llenas de entusiasmo, por las actividades de esta industria marítima.
LA INDUSTRIA DE LA PESCA
Hace falta en Natales una organización en forma de la industria pesquera. Más aún, es necesario que se cree la pescadería municipal. Así los hombres que se dediquen a las faenas marítimas, podrán con más facilidad entregarse a estas labores, sin preocuparse de la venta de estos productos, que es una actividad que les trae molestias y pérdidas de tiempo.
En los canales de las inmediaciones de Natales, abunda la pesca. Hay lugares como Seno Worsley, Bahía Oración, Ancon sin Salida, Pozo de la Reina, Seno Poca Esperanza, etc., donde los cardúmenes hacen hervir las ensenadas. Estos lances quedan un poco lejos.
El problema se subsanaría con la organización de una empresa. Se tendría una lancha que llevaría a la gente a los canales, aprovisionándolas de víveres. Los pescadores, con sus chalupas trabajarían por las inmediaciones y la embarcación llevaría el pescado a vender al puerto. Habría mucho trabajo y abundancia, que traería como consecuencia el abaratamiento de este artículo alimenticio
Esta es la opinión de todas las personas entendidas.
(Corresponsal)
"NOTICIAS GRAFICAS DE MAGALLANES", jueves 25 de octubre de 1945.
Recopilación de Jorge Díaz Bustamente
Existe en la vecina ciudad un gran porcentaje de gente - como en todas las ciudades - que no puede vivir sino dependiendo de empresas capitalistas. Les falta espíritu de empresa y están condenados a ser asalariados. Sin embargo, hay industrias que ofrecen enormes posibilidades de progreso y de riqueza, entre ellos la pesca, todavía explotada escasamente.
EL MAR ES UNA MINA
Vive en Natales, desde la fundación de la ciudad, un hombre de esfuerzo y de trabajo, que hoy día es propietario de muchas casas, embarcaciones y otros bienes. Se llama Tomás Pérez y es un hombre de mar. En los círculos marítimos se le llama "Don Chuma". Es alegre, emprendedor y tiene cierta fama de pudiente o "palogrueso".
Don Chuma realiza inveteradamente, todas las tardes, con calma o con viento, con sol o con lluvia, su acostumbrado paseo por las playas. Allí charla con los pescadores, con los nutrieros, y con su gente. Tiene varias lanchas que le trabajan por los canales. El hoy día es solamente el armador. Todas las embarcaciones las construyó, - nos dice - con sus propias manos.
Frente al canal conversamos de las posibilidades de la industria pesquera. Nos dice nuestro entrevistado que, el mar es una mina. Agrega que a la hora que quiere un peso, tira la red y saca pescado. Lo vende y tiene plata. De esa manera ha logrado ser propietario de cuatro casas y vive en una de dos pisos. Son palabras textuales, llenas de entusiasmo, por las actividades de esta industria marítima.
LA INDUSTRIA DE LA PESCA
Hace falta en Natales una organización en forma de la industria pesquera. Más aún, es necesario que se cree la pescadería municipal. Así los hombres que se dediquen a las faenas marítimas, podrán con más facilidad entregarse a estas labores, sin preocuparse de la venta de estos productos, que es una actividad que les trae molestias y pérdidas de tiempo.
En los canales de las inmediaciones de Natales, abunda la pesca. Hay lugares como Seno Worsley, Bahía Oración, Ancon sin Salida, Pozo de la Reina, Seno Poca Esperanza, etc., donde los cardúmenes hacen hervir las ensenadas. Estos lances quedan un poco lejos.
El problema se subsanaría con la organización de una empresa. Se tendría una lancha que llevaría a la gente a los canales, aprovisionándolas de víveres. Los pescadores, con sus chalupas trabajarían por las inmediaciones y la embarcación llevaría el pescado a vender al puerto. Habría mucho trabajo y abundancia, que traería como consecuencia el abaratamiento de este artículo alimenticio
Esta es la opinión de todas las personas entendidas.
(Corresponsal)
"NOTICIAS GRAFICAS DE MAGALLANES", jueves 25 de octubre de 1945.
Recopilación de Jorge Díaz Bustamente
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