Puerto Natales: Capital de la rabia

Las versiones en un primer momento fueron confusas, se habló de un suicidio, de un crimen pasional, de un asalto a mano armada y finalmente de un atropello; cosa que en verdad sucedió. En todos los casos existía un único culpable; la rabia.
Se mató porque tenía rabia, lo mataron porque el novio de Jacinta le tenía rabia, lo asaltaron porque le tenían rabia, y al final aún no se sabe si lo atropellaron porque le tenían rabia. La rabia es dueña y señora de este extraño paralelo 51° 43'' 39', latitud sur.

- La profesora me dejó repitiendo porque me tenía rabia.
- Tomo porque tengo rabia
- La maté porque le tenía rabia.
- Me voy de vacaciones porque tengo rabia.
- No me dejan tranquilo porque me tienen rabia.
- Me echaron del trabajo porque me tienen rabia.
- No me pasan la pelota porque me tienen rabia.
- No me sacan a bailar porque me tienen rabia.
- No me incluyeron en la Antología porque me tienen rabia.
- Hablan mal de mí por pura rabia.
- Me dejaron al último por rabia que me tienen.
- Me emborraché porque tengo rabia.
- Me voy a Punta Arenas porque tengo rabia.
- Me duele el estómago porque tengo rabia.
- Me dejó porque me tenía rabia.
- Me sacaron un parte porque me tenían rabia.
- A la selección le falta rabia.
- Le pegué porque le tenía rabia.

La rabia se enseñorea a diestra y siniestra, por todos lados aparece la Señora Rabieta viuda de Natales mostrando su dentadura postiza y eructando su simplona ramplonería diamantina, no existe vericueto del vecindario en que no entre melosa y moflitua pregonando su cantinela absorbente. En fin…escribo este artículo de pura rabia.