Ante todo quiero decir dos palabras. Dos palabras a título de prólogo para evitar falsas interpretaciones. No quiero que se me moteje de chilotefobia. No es, ni a sido nunca mi intención de rozar siquiera epidermis sensitivas, acaso demasiado delicadas para las manos de un profano. Ni herir susceptibilidades de por sí blandas, fofas. Ni ataque a nada ni a nadie.
Mi actitud es la de todo escribidor: dar al público algo con ribetes de novedad o poco conocido. O simplemente añorar tiempos que se fueron. Añorar aquellos instantes de la infancia, allá al calor hogareño junto a la lumbre del fogón, junto a aquella viejecita de cabellos plateados que peinándonos con sus dedos rugosos, nos narraba extraordinarios de brujos y las fechorías de esos seres mitológicos que nos ponían los pelos de punta...
No soy un chilote que, siéndolo, habla mal de sus paisanos. Palabras injustas que más de una vez golpearon mis oídos con crueldad inaudita.
Tampoco se crea que soy, repito, el primero que escribió sobre Chiloé y los chilotes. Hay infinidad de escritores y de libros que tratan sobre la isla, los hay hasta escritos en idioma alemán. Y para muestra...
VIDA INDIGENA
Hace 370 (N. de la R.: hoy hace 431 años) que los españoles descubrieron la isla de Chiloé (1558).
Así lo consigna el poeta-cronista Alonso de Ercilla:
Aquí llego, donde otro no ha llegado, Don Alonso de Ercilla, que es el primero en un pequeño barco deslastrado; con sólo diez pasó el desaguadero; el año de cincuenta y ocho entrado sobre mil quinientos, por Febrero.
Los indios chilotes, muy al revés de los indios del norte, eran pacíficos y poseían cierta civilización. No se diezmaban en luchas fratricidas.
Los españoles quedaron admirados al pisar tierra chilota, cuando los indígenas en lugar de hostilizarlos los recibieron como a reyes; es decir, muy diplomáticamente, poniendo a sus pies infinidad de presentes y regalos.
Más que todo extrañó a los conquistadores la unión que existía en las familias. Aunque sus chozas eran de paja, sus hogares moralmente estaban bien constituidos. El indio sólo hacía vida marital con una sola mujer. Lo que demuestra que no era polígamo como sus congéneres de otros lugares. Además estos iban completamente vestidos con telas que se fabricaban ellos mismos, sus mujeres o hijas.
Se dedicaban a la agricultura y por lo general vivían a orillas del mar, de donde extraían su principal alimento, y por consiguiente eran muy buenos marinos.
Sus embarcaciones consistían en dalcas y bongos. Estos últimos hechos de un solo madero y eran movidos desde la popa por un solo remo (singa) y que aún existe en nuestros días en algunas partes.
Juegos deportivos: chueca y linao (hoy en desuso).
Los banquetes en las grandes solemnidades, era el curanto, el cual se conocía desde tiempo inmemorial y que muchos de los lectores lo habrán saboreado más de alguna vez en su vida. No cabe duda.
Cuando los indios chilotes fueron objeto de persecuciones o maltratos por parte de los conquistadores, fue entonces que se retiraron paulatinamente de la isla grande para ir a vivir a otras islas cercanas.
Y por esto que la llamada isla grande conserva al correr de los años - casi la totalidad de sus habitantes - la sangre pura de la raza que les legaron los españoles. Aunque tuvieron mucho cuidado en no mezclar su sangre con la indígena, no se libraron así no más de su influencia hasta cierto punto civilizadora, que ejercieron los indios sobre sus propios conquistadores.
Y fue así como le copiaron sus costumbres patriarcales, la ayuda mutua entre familias y vecinos, ese don hospitalario que no tiene parangón posible sobre la tierra y que es hasta la fecha proverbial, donde al forastero, sin conocerle, sin que se le pregunte de qué nacionalidad o clase pertenece, se le festeja como a un huésped de honor, como a un hermano.
LO QUE ES UN BRUJO
El brujo es un ser extraordinario y sobrenatural. Puede volar, volverse cualquier animal. Puede tirar sus males a distancia o a su paso.
Para volar tiene que estar provisto de un chaleco de piel humana (chayanco). Una linterna, y ésta tiene que estar cargada también con grasa de cristiano.
Los brujos chilotes, dicen que cuentan con una gruesa y bien organizada sociedad, cuya sede estaría en Cocaví, que es donde reside el rey de la Cueva.
En caso que uno tenga un pariente enfermo y si está seguro de que es mal-malo, no tiene más que ir a consultar a S.M., el que previo un pago de unos 400 o 500 pesos (de la época), puede hacer mejorar al enfermo y castigar al brujo que tiró el mal, y según el delito, a veces paga su culpa con la pena de muerte.
¡Así se explota la credulidad de los sencillos campesinos!
No hace muchos años (1925) andaba el mismo purificando las casas del mal de brujo y percibiendo una comisión por su trabajo de 200 a 300 pesos.
Estos últimos son hechos notorios y comprobados. Así también lo dejan de manifiesto en su libro los señores Schwarzenberg y Mutizábal.
DE CÓMO Y QUÉ MISION TIENE EL ENVUCHE
El invuche es el portero de la Cueva. Por la misma razón de la existencia de infinidad de cuevas en el archipiélago, en razón directa existe el número de Invuches.
Este ser mitológico no lo puede ver ningún mortal de vida limpia, porque inmediatamente que él se impone que lo están mirando, éste de una rápida ojeada lo deja leso para toda la vida. Sólo uno puede verlo sin que él se perciba...
Las cuevas están ubicadas en sajones y quebradas hondísimas; por tal motivo es imposible que un humano limpio pueda descubrirlos. Por otra parte, en caso de que lo descubriera, como ya dije, el Invunche-portero se encargaría de dejarlo ipso-facto leso.
Para fabricar un Invunche, los brujos se encargan de robar a un niño de pocos meses y el maestro lo transforma en hombre - bestia.
Los primeros cuatro años el niño se alimenta sólo de leche de india negra. Los cuatros siguientes de carne de cabrito, es decir de niño. Después y por toda su vida, sólo puede comer carne humana, ya sea de adulto o de niño.
El maestro brujo al tomar al niño escogido para portero, lo descoyunta para pegarle un pié al espinazo y le enseña a caminar en tres pies. Se le mantiene en absoluto silencio y sólo se le obliga a balar como chivo, y es el único idioma que aprende en su vida. Como anda desnudo le crece un tupido pelaje.
Cuando se quiere juzgar a uno o más brujos porque habrían tirado sus males sin el consentimiento del Rey, se reúne solemnemente el consejo y se consulta al Invuche si tales insubordinados merecen la pena de muerte o quedan absueltos. Entonces, si el Invunche mueve la cabeza de atrás para adelante confirma la sentencia y dicho brujo morirá instantáneamente como si fuera electrocutado. En caso de mover la cabeza de derecha a izquierda, quiere decir no, y será absuelto...
Otras veces, cuando así lo dispone el consejo y el Rey, saldrá el Invunche en compañía de los brujos a soltar pestes en la comarca. Lo echan a éste por delante y lo van zurrando que es un contento; entonces el Invunche bala como un condenado, y el que oiga este balido enfermará irremediablemente de la peste...
PODER MALIGNO DEL TRAUCO Y LA FIURA
Viven en matrimonio, la Fiura es la mujer del Trauco y es coloradita, y es simpática y se parece a una mujer en miniatura. El Trauco también se parece a un hombre y mide a lo sumo 90 centímetros de alto. (en otras partes se le llama duende).
Este ente vive en las partes boscosas que son por lo general impenetrables para los humanos. El que lo ha visto dice que siempre anda con un hachita al hombro.
Su principal poder, es que ningún mortal podrá contar haber escuchado tres hachazos seguidos del Trauco derribando árboles. Al escuchar uno el primer hachazo, tiene que huir a todo correr, de lo contrario al segundo caerá y al tercero morirá instantáneamente.
Sin embargo, es vulgar la historia de un muchacho en la isla que soportó y escuchó los tres hachazos mortales. Según lo que cuentan, el hecho habría sucedido así:
Varios chicos estaban comiendo cauchahues (fruta que produce la Luma). De pronto sintieron el primer hachazo del Trauco. Los que estaban abajo huyeron enseguida; Pero había uno que estaba subido a un árbol y no tuvo tiempo de descolgarse, sintiendo así, aferrado a una rama, los tres mortales golpes...Al tercero perdió el conocimiento...; pero cuando abrió nuevamente los ojos y vio con alegría que era un pitío o carpintero que picoteaba en un palo semi-podrido para hacer en el su nido...Esos fueron los tres hachazos mortales que le hicieron perder el conocimiento por su gestión...
La Fiura también larga males. Esta agarra a los animales chicos y a los niños, y los quiebra, los tulle.
Los niños raquíticos y tullidos por falta de alimentos o tuberculosis hereditaria, las gentes sencillas o ignorantes creen que los agarró la Fiura. Para que estos mejoren hay que consultar a un machi o buscar en los hualves el excremento de la Fiura - que es donde reside la simpática Fiurita -. Luego que este se quema se da a tomar al paciente, en polvos disueltos en un vaso con agua.
Esta mixtura no es otra cosa que raíces amarillentas de algún árbol resinoso, que muchos creen que es el excremento fiuril.
TRAVESURAS DEL CAMAHUETO Y EL BASILISCO
El Camahueto es un animalito con cuernos. Este se engendra y nace por acción espontánea. Es decir, se entierra en un lugar pantanoso o húmedo un cacho de Camahueto y a la vuelta de 25 años habrá un Camahueto hecho y derecho.
Su acción puede ser beneficiosa o perjudicial. Donde resida el Camahueto nacerá un río, que el dueño del terreno sabrá aprovechar para instalar molinos de roeznos y riegos, en verano, de sus siembras.
El cuerno es muy medicinal para torceduras, quebraduras, etc. Los machis pagan precios muy altos por ellos. Algunos vivos - me consta - han hecho pasar dientes de ballena por cachos de Camahueto...
Pero también este animalito cuando se enoja puede hacer grandes daños, por ejemplo, puede remover grandes extensiones de tierra hasta que salga el mar. Puede destruir siembras, pasar a llevar casas, etc.
El suscrito vio una vez una vertiente que nacía de un cerro arenoso. Naturalmente la acción del agua socavaba la arena y año a año sucedían derrumbes. Un hecho tan natural, sin embargo los campesinos afirmaban a pies juntillas que allí vivía un Camahueto...
Al Camahueto sólo puede lacearlo un brujo, con un lazo de sargazo. De otra manera no hay poder humano que le de caza...
El Basilisco nace de un huevo. Este huevo lo puede poner un gallo viejo o una gallina ídem que cante como gallo. Dentro del citado huevo hay un gusano o una especie de culebra. Luego que sale de la cáscara se gana bajo la casa y se mantiene de los esputos de sus habitantes, los cuales se vuelven tísicos a corto plazo.
En caso que hubiera un bebé en la casa basilisca, se toma toda la leche mientras entretiene con su cola a manera de chupo, al probrecito nene.
Para sacar al Basilisco de la casa se debe recurrir a un especialista. Un machi-brujo, que cobra una gran cantidad de pesitos por su trabajo...
EL BUQUE FANTASTICO
El buque de Arte o Caleuche, es de todos conocido en la isla. Hay muchísimas personas que afirman que lo han visto. Es un buque fantasma, misterioso. Es un submarino brujo. De día navega debajo del agua y en las noches aparece por las costas del archipiélago.
Los que lo han visto agregan que su iluminación es fantástica, apocalíptica. Sus bandas de música no tienen comparación en la tierra. El que la oye queda como atontado, alejado. Como si se encontrara en la gloria...
Varios vecinos que han desaparecido, se cree que andan embarcados en el buque de arte. Los tales merinos no pueden volver a sus hogares. Y si vuelven, vuelven lesos, para que no cuenten nada a sus familias.
Es muy común la creencia de que todo vecino que se enriquece, es decir que surge con su propio esfuerzo, ya sea en el comercio o en la agricultura, no cabe otra deducción, es prueba que tiene pacto con el Caleuche...
LA CIUDAD ENCANTADA
La Ciudad Encantada de los Césares, dicen que está ubicada en Chiloé, en sus alrededores o límites. La leyenda nació de la fantasía extraordinaria de los indios chilotes, los cuales se lo hicieron creer a los españoles, quienes lo tomaron tan en serio que realizaron varias expediciones para descubrir dicha ciudad. Hasta hubo gobernadores que así se lo comunicaron directamente al rey de España. Esta ciudad fabulosa sería el paraíso, perdido por nuestros primeros padres...Cada habitante es un rey. Viven sin trabajar. Sus casas son palacios de las mil y una noche; de cristal, plata y piedras preciosas. Por el mismo estilo las iglesias son de oro, incrustadas de diamantes.
Pero la leyenda según los historiadores tendría visos de realidad y sería nada menos que Magallanes(?).
Según creencia, los sobrevivientes de la expedición de Gamboa, habrían fundado en 1584 una ciudad en el Estrecho de Magallanes, que la bautizaron con el nombre de Ciudad Cesárea de Magallánica, en honor de Felipe II.
La Ciudad de los Césares, bien pudiera tener base histórica; pero que los indios, dice Tomás Thayer, con sus relaciones llenas de extraordinarias y maravillosas novedades, hicieron lo demás, despertando y manteniendo en constante expectativa a los españoles que oían con avidez cuanto se refería a las fabulosas riquezas de la imaginaria ciudad.
PEUCHO, EL BRUJO DE QUINCHAO
Las hazañas de Peucho son muy conocidas en el pueblo de Quinchao. Aunque las hazañas brujeriles son siempre las mismas en Chiloé, conviene en esta oportunidad narrar la historia de Peucho porque es verídica, Peucho existió, no es fantasía.
Peucho vivía en una quebrada intransitable. Entre matas de pataguas y quilas, ahí tenía su hogar. Hizo su rancho - sin saberlo - en las puertas mismas de una cueva de brujos. Como era de los trigos limpios, fue notificado: o bien aprendía el arte o abandonaba el lugar.
Peucho optó por ser brujo. Y fue un brujo genial, como no ha existido otro en la isla.
Su poder era tan extraordinario que a plena luz del sol hacía sus bellacadas. Podía hacer nacer un río en cualquier parte. Podía desencadenar tempestades como truenos, relámpagos, etc.
Una vez un fiscal que estaba ayudando a bien morir a una enferma, vió entrar a Peucho, de noche, tarde, mientras las familias dormían. Dió los tres consabidos golpes en la puerta y ésta se abrió de par en par. Entró tranquilamente, echó la típica ponchada en el fogón y se dirigió a la cama de la enferma. Esta dormía; le abrió y le raspó la lengua y su contenido lo guardó en un pañuelo. En seguida le tiró unos polvos por los ojos y la pobre mujer dejó de existir de inmediato...
Otra vez fue una niña que se encontró en el recodo de un camino, manos a boca, con un enorme lagarto que a mandíbula abierta le cerraba el paso. En la cola tenía una tamaña rosa, posiblemente de carne, que despedía unos destellos capaces de dejar ciegos a cualquiera que la mirase.
En vista de la actitud agresiva de éste, la niña corrió a refugiarse detrás de un arrayán, y vio...¡María Santísima! vio que el lagarto se perdía en el espacio en espirales de humo y quedaba en pie, en el mismo lugar, Peucho en cuerpo y alma!... Era el maldecido brujo Peucho...
Todos los que morían en la isla, ¿Quién pues, los iba a matar sino el brujo Peucho?...
Pero al fin vino la vejez, la miseria y el desprestigio. Los chicos le tiraban piedras; los grandes le pegaban, lo pateaban; su yerno lo quiso estrangular; su hija le dio de palos; su mujer le tiró rescoldo caldeao en sus pies desnudos!...
El viejo Peucho arrastraba su miserable y aborrecida humanidad por el pueblito. Su vestimenta eran pedazos de arpillera atados con boques a sus miembros ateridos...
Pero un buen día, no pudiendo sufrir más, se embarcó en un bongo. Hizo vela su poncho raído y se dirigió rumbo a la provincia de Llanquihue...Pocos días después lo encontraron moribundo en las playas de Calbuco. Lo llevaron al hospital del pueblo y allí murió, abandonado de los suyos, solo!...
En el cementerio de aquel lugar yacen los restos del brujo Peucho. Y si hubiera otra vida después de ésta, Peucho ocuparía un lugar preferido en el cielo...Fue un mártir de la superstición de sus paisanos...
REVISTA IMPACTOS Nº2. (Manuel Antonio Leiva, Mandradel)
Mi actitud es la de todo escribidor: dar al público algo con ribetes de novedad o poco conocido. O simplemente añorar tiempos que se fueron. Añorar aquellos instantes de la infancia, allá al calor hogareño junto a la lumbre del fogón, junto a aquella viejecita de cabellos plateados que peinándonos con sus dedos rugosos, nos narraba extraordinarios de brujos y las fechorías de esos seres mitológicos que nos ponían los pelos de punta...
No soy un chilote que, siéndolo, habla mal de sus paisanos. Palabras injustas que más de una vez golpearon mis oídos con crueldad inaudita.
Tampoco se crea que soy, repito, el primero que escribió sobre Chiloé y los chilotes. Hay infinidad de escritores y de libros que tratan sobre la isla, los hay hasta escritos en idioma alemán. Y para muestra...
VIDA INDIGENA
Hace 370 (N. de la R.: hoy hace 431 años) que los españoles descubrieron la isla de Chiloé (1558).
Así lo consigna el poeta-cronista Alonso de Ercilla:
Aquí llego, donde otro no ha llegado, Don Alonso de Ercilla, que es el primero en un pequeño barco deslastrado; con sólo diez pasó el desaguadero; el año de cincuenta y ocho entrado sobre mil quinientos, por Febrero.
Los indios chilotes, muy al revés de los indios del norte, eran pacíficos y poseían cierta civilización. No se diezmaban en luchas fratricidas.
Los españoles quedaron admirados al pisar tierra chilota, cuando los indígenas en lugar de hostilizarlos los recibieron como a reyes; es decir, muy diplomáticamente, poniendo a sus pies infinidad de presentes y regalos.
Más que todo extrañó a los conquistadores la unión que existía en las familias. Aunque sus chozas eran de paja, sus hogares moralmente estaban bien constituidos. El indio sólo hacía vida marital con una sola mujer. Lo que demuestra que no era polígamo como sus congéneres de otros lugares. Además estos iban completamente vestidos con telas que se fabricaban ellos mismos, sus mujeres o hijas.
Se dedicaban a la agricultura y por lo general vivían a orillas del mar, de donde extraían su principal alimento, y por consiguiente eran muy buenos marinos.
Sus embarcaciones consistían en dalcas y bongos. Estos últimos hechos de un solo madero y eran movidos desde la popa por un solo remo (singa) y que aún existe en nuestros días en algunas partes.
Juegos deportivos: chueca y linao (hoy en desuso).
Los banquetes en las grandes solemnidades, era el curanto, el cual se conocía desde tiempo inmemorial y que muchos de los lectores lo habrán saboreado más de alguna vez en su vida. No cabe duda.
Cuando los indios chilotes fueron objeto de persecuciones o maltratos por parte de los conquistadores, fue entonces que se retiraron paulatinamente de la isla grande para ir a vivir a otras islas cercanas.
Y por esto que la llamada isla grande conserva al correr de los años - casi la totalidad de sus habitantes - la sangre pura de la raza que les legaron los españoles. Aunque tuvieron mucho cuidado en no mezclar su sangre con la indígena, no se libraron así no más de su influencia hasta cierto punto civilizadora, que ejercieron los indios sobre sus propios conquistadores.
Y fue así como le copiaron sus costumbres patriarcales, la ayuda mutua entre familias y vecinos, ese don hospitalario que no tiene parangón posible sobre la tierra y que es hasta la fecha proverbial, donde al forastero, sin conocerle, sin que se le pregunte de qué nacionalidad o clase pertenece, se le festeja como a un huésped de honor, como a un hermano.
LO QUE ES UN BRUJO
El brujo es un ser extraordinario y sobrenatural. Puede volar, volverse cualquier animal. Puede tirar sus males a distancia o a su paso.
Para volar tiene que estar provisto de un chaleco de piel humana (chayanco). Una linterna, y ésta tiene que estar cargada también con grasa de cristiano.
Los brujos chilotes, dicen que cuentan con una gruesa y bien organizada sociedad, cuya sede estaría en Cocaví, que es donde reside el rey de la Cueva.
En caso que uno tenga un pariente enfermo y si está seguro de que es mal-malo, no tiene más que ir a consultar a S.M., el que previo un pago de unos 400 o 500 pesos (de la época), puede hacer mejorar al enfermo y castigar al brujo que tiró el mal, y según el delito, a veces paga su culpa con la pena de muerte.
¡Así se explota la credulidad de los sencillos campesinos!
No hace muchos años (1925) andaba el mismo purificando las casas del mal de brujo y percibiendo una comisión por su trabajo de 200 a 300 pesos.
Estos últimos son hechos notorios y comprobados. Así también lo dejan de manifiesto en su libro los señores Schwarzenberg y Mutizábal.
DE CÓMO Y QUÉ MISION TIENE EL ENVUCHE
El invuche es el portero de la Cueva. Por la misma razón de la existencia de infinidad de cuevas en el archipiélago, en razón directa existe el número de Invuches.
Este ser mitológico no lo puede ver ningún mortal de vida limpia, porque inmediatamente que él se impone que lo están mirando, éste de una rápida ojeada lo deja leso para toda la vida. Sólo uno puede verlo sin que él se perciba...
Las cuevas están ubicadas en sajones y quebradas hondísimas; por tal motivo es imposible que un humano limpio pueda descubrirlos. Por otra parte, en caso de que lo descubriera, como ya dije, el Invunche-portero se encargaría de dejarlo ipso-facto leso.
Para fabricar un Invunche, los brujos se encargan de robar a un niño de pocos meses y el maestro lo transforma en hombre - bestia.
Los primeros cuatro años el niño se alimenta sólo de leche de india negra. Los cuatros siguientes de carne de cabrito, es decir de niño. Después y por toda su vida, sólo puede comer carne humana, ya sea de adulto o de niño.
El maestro brujo al tomar al niño escogido para portero, lo descoyunta para pegarle un pié al espinazo y le enseña a caminar en tres pies. Se le mantiene en absoluto silencio y sólo se le obliga a balar como chivo, y es el único idioma que aprende en su vida. Como anda desnudo le crece un tupido pelaje.
Cuando se quiere juzgar a uno o más brujos porque habrían tirado sus males sin el consentimiento del Rey, se reúne solemnemente el consejo y se consulta al Invuche si tales insubordinados merecen la pena de muerte o quedan absueltos. Entonces, si el Invunche mueve la cabeza de atrás para adelante confirma la sentencia y dicho brujo morirá instantáneamente como si fuera electrocutado. En caso de mover la cabeza de derecha a izquierda, quiere decir no, y será absuelto...
Otras veces, cuando así lo dispone el consejo y el Rey, saldrá el Invunche en compañía de los brujos a soltar pestes en la comarca. Lo echan a éste por delante y lo van zurrando que es un contento; entonces el Invunche bala como un condenado, y el que oiga este balido enfermará irremediablemente de la peste...
PODER MALIGNO DEL TRAUCO Y LA FIURA
Viven en matrimonio, la Fiura es la mujer del Trauco y es coloradita, y es simpática y se parece a una mujer en miniatura. El Trauco también se parece a un hombre y mide a lo sumo 90 centímetros de alto. (en otras partes se le llama duende).
Este ente vive en las partes boscosas que son por lo general impenetrables para los humanos. El que lo ha visto dice que siempre anda con un hachita al hombro.
Su principal poder, es que ningún mortal podrá contar haber escuchado tres hachazos seguidos del Trauco derribando árboles. Al escuchar uno el primer hachazo, tiene que huir a todo correr, de lo contrario al segundo caerá y al tercero morirá instantáneamente.
Sin embargo, es vulgar la historia de un muchacho en la isla que soportó y escuchó los tres hachazos mortales. Según lo que cuentan, el hecho habría sucedido así:
Varios chicos estaban comiendo cauchahues (fruta que produce la Luma). De pronto sintieron el primer hachazo del Trauco. Los que estaban abajo huyeron enseguida; Pero había uno que estaba subido a un árbol y no tuvo tiempo de descolgarse, sintiendo así, aferrado a una rama, los tres mortales golpes...Al tercero perdió el conocimiento...; pero cuando abrió nuevamente los ojos y vio con alegría que era un pitío o carpintero que picoteaba en un palo semi-podrido para hacer en el su nido...Esos fueron los tres hachazos mortales que le hicieron perder el conocimiento por su gestión...
La Fiura también larga males. Esta agarra a los animales chicos y a los niños, y los quiebra, los tulle.
Los niños raquíticos y tullidos por falta de alimentos o tuberculosis hereditaria, las gentes sencillas o ignorantes creen que los agarró la Fiura. Para que estos mejoren hay que consultar a un machi o buscar en los hualves el excremento de la Fiura - que es donde reside la simpática Fiurita -. Luego que este se quema se da a tomar al paciente, en polvos disueltos en un vaso con agua.
Esta mixtura no es otra cosa que raíces amarillentas de algún árbol resinoso, que muchos creen que es el excremento fiuril.
TRAVESURAS DEL CAMAHUETO Y EL BASILISCO
El Camahueto es un animalito con cuernos. Este se engendra y nace por acción espontánea. Es decir, se entierra en un lugar pantanoso o húmedo un cacho de Camahueto y a la vuelta de 25 años habrá un Camahueto hecho y derecho.
Su acción puede ser beneficiosa o perjudicial. Donde resida el Camahueto nacerá un río, que el dueño del terreno sabrá aprovechar para instalar molinos de roeznos y riegos, en verano, de sus siembras.
El cuerno es muy medicinal para torceduras, quebraduras, etc. Los machis pagan precios muy altos por ellos. Algunos vivos - me consta - han hecho pasar dientes de ballena por cachos de Camahueto...
Pero también este animalito cuando se enoja puede hacer grandes daños, por ejemplo, puede remover grandes extensiones de tierra hasta que salga el mar. Puede destruir siembras, pasar a llevar casas, etc.
El suscrito vio una vez una vertiente que nacía de un cerro arenoso. Naturalmente la acción del agua socavaba la arena y año a año sucedían derrumbes. Un hecho tan natural, sin embargo los campesinos afirmaban a pies juntillas que allí vivía un Camahueto...
Al Camahueto sólo puede lacearlo un brujo, con un lazo de sargazo. De otra manera no hay poder humano que le de caza...
El Basilisco nace de un huevo. Este huevo lo puede poner un gallo viejo o una gallina ídem que cante como gallo. Dentro del citado huevo hay un gusano o una especie de culebra. Luego que sale de la cáscara se gana bajo la casa y se mantiene de los esputos de sus habitantes, los cuales se vuelven tísicos a corto plazo.
En caso que hubiera un bebé en la casa basilisca, se toma toda la leche mientras entretiene con su cola a manera de chupo, al probrecito nene.
Para sacar al Basilisco de la casa se debe recurrir a un especialista. Un machi-brujo, que cobra una gran cantidad de pesitos por su trabajo...
EL BUQUE FANTASTICO
El buque de Arte o Caleuche, es de todos conocido en la isla. Hay muchísimas personas que afirman que lo han visto. Es un buque fantasma, misterioso. Es un submarino brujo. De día navega debajo del agua y en las noches aparece por las costas del archipiélago.
Los que lo han visto agregan que su iluminación es fantástica, apocalíptica. Sus bandas de música no tienen comparación en la tierra. El que la oye queda como atontado, alejado. Como si se encontrara en la gloria...
Varios vecinos que han desaparecido, se cree que andan embarcados en el buque de arte. Los tales merinos no pueden volver a sus hogares. Y si vuelven, vuelven lesos, para que no cuenten nada a sus familias.
Es muy común la creencia de que todo vecino que se enriquece, es decir que surge con su propio esfuerzo, ya sea en el comercio o en la agricultura, no cabe otra deducción, es prueba que tiene pacto con el Caleuche...
LA CIUDAD ENCANTADA
La Ciudad Encantada de los Césares, dicen que está ubicada en Chiloé, en sus alrededores o límites. La leyenda nació de la fantasía extraordinaria de los indios chilotes, los cuales se lo hicieron creer a los españoles, quienes lo tomaron tan en serio que realizaron varias expediciones para descubrir dicha ciudad. Hasta hubo gobernadores que así se lo comunicaron directamente al rey de España. Esta ciudad fabulosa sería el paraíso, perdido por nuestros primeros padres...Cada habitante es un rey. Viven sin trabajar. Sus casas son palacios de las mil y una noche; de cristal, plata y piedras preciosas. Por el mismo estilo las iglesias son de oro, incrustadas de diamantes.
Pero la leyenda según los historiadores tendría visos de realidad y sería nada menos que Magallanes(?).
Según creencia, los sobrevivientes de la expedición de Gamboa, habrían fundado en 1584 una ciudad en el Estrecho de Magallanes, que la bautizaron con el nombre de Ciudad Cesárea de Magallánica, en honor de Felipe II.
La Ciudad de los Césares, bien pudiera tener base histórica; pero que los indios, dice Tomás Thayer, con sus relaciones llenas de extraordinarias y maravillosas novedades, hicieron lo demás, despertando y manteniendo en constante expectativa a los españoles que oían con avidez cuanto se refería a las fabulosas riquezas de la imaginaria ciudad.
PEUCHO, EL BRUJO DE QUINCHAO
Las hazañas de Peucho son muy conocidas en el pueblo de Quinchao. Aunque las hazañas brujeriles son siempre las mismas en Chiloé, conviene en esta oportunidad narrar la historia de Peucho porque es verídica, Peucho existió, no es fantasía.
Peucho vivía en una quebrada intransitable. Entre matas de pataguas y quilas, ahí tenía su hogar. Hizo su rancho - sin saberlo - en las puertas mismas de una cueva de brujos. Como era de los trigos limpios, fue notificado: o bien aprendía el arte o abandonaba el lugar.
Peucho optó por ser brujo. Y fue un brujo genial, como no ha existido otro en la isla.
Su poder era tan extraordinario que a plena luz del sol hacía sus bellacadas. Podía hacer nacer un río en cualquier parte. Podía desencadenar tempestades como truenos, relámpagos, etc.
Una vez un fiscal que estaba ayudando a bien morir a una enferma, vió entrar a Peucho, de noche, tarde, mientras las familias dormían. Dió los tres consabidos golpes en la puerta y ésta se abrió de par en par. Entró tranquilamente, echó la típica ponchada en el fogón y se dirigió a la cama de la enferma. Esta dormía; le abrió y le raspó la lengua y su contenido lo guardó en un pañuelo. En seguida le tiró unos polvos por los ojos y la pobre mujer dejó de existir de inmediato...
Otra vez fue una niña que se encontró en el recodo de un camino, manos a boca, con un enorme lagarto que a mandíbula abierta le cerraba el paso. En la cola tenía una tamaña rosa, posiblemente de carne, que despedía unos destellos capaces de dejar ciegos a cualquiera que la mirase.
En vista de la actitud agresiva de éste, la niña corrió a refugiarse detrás de un arrayán, y vio...¡María Santísima! vio que el lagarto se perdía en el espacio en espirales de humo y quedaba en pie, en el mismo lugar, Peucho en cuerpo y alma!... Era el maldecido brujo Peucho...
Todos los que morían en la isla, ¿Quién pues, los iba a matar sino el brujo Peucho?...
Pero al fin vino la vejez, la miseria y el desprestigio. Los chicos le tiraban piedras; los grandes le pegaban, lo pateaban; su yerno lo quiso estrangular; su hija le dio de palos; su mujer le tiró rescoldo caldeao en sus pies desnudos!...
El viejo Peucho arrastraba su miserable y aborrecida humanidad por el pueblito. Su vestimenta eran pedazos de arpillera atados con boques a sus miembros ateridos...
Pero un buen día, no pudiendo sufrir más, se embarcó en un bongo. Hizo vela su poncho raído y se dirigió rumbo a la provincia de Llanquihue...Pocos días después lo encontraron moribundo en las playas de Calbuco. Lo llevaron al hospital del pueblo y allí murió, abandonado de los suyos, solo!...
En el cementerio de aquel lugar yacen los restos del brujo Peucho. Y si hubiera otra vida después de ésta, Peucho ocuparía un lugar preferido en el cielo...Fue un mártir de la superstición de sus paisanos...
REVISTA IMPACTOS Nº2. (Manuel Antonio Leiva, Mandradel)
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