Con sus 50 años no debe pesar más allá de 40 kilos, su esmirriada figura me recuerda vagamente a un Kafka devaluado y tercermundista. Se lo puede ver todos los domingos por la mañana despertando gente con una Biblia en la mano, y con la creencia cierta de que, como dijo su mentor, Charles Taze Russel en un día de arrebato religioso; serán solamente 144.000 los elegidos. Entre ellos, Pollo con Arroz. El que durante 15 años, todos los días, día tras día, compra en el almacén de la esquina un sobre de Pollo con Arroz. El se vestirá de gala el día en que junto a 139.999 hombres, mujeres y niños, llevando en la mano los ejemplares atrasados de Atalaya y Despertad, y en su mochila miles y miles de sobresitos de Pollo con Arroz, serán transplantados a una ciudad en donde solamente se cantan himnos, se lee la Biblia, se visten con ropas oscuras y se consume Pollo con Arroz.
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1 comments to "Pollo con Arroz"
11:28
Hay que alegrarse de que ese hombre encontró una razón de vivir en esas viejas publicaciones, si no fuese por la biblia ahora sería un borracho, un vago, un cafiche o algo peor todavía, un cientifico.
Dios es grande....
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