Casi al llegar a la esquina de Eberhard con Blanco Encalada veo venir a un tipo que se oculta el rostro con una gorra. Pasa al lado mío y me da un golpe en la espalda. Me doy vuelta y sonríe. Se aleja. Era "Chingolo" Haro quien acababa de hacerme una broma. Sonrío y me alegro. Me alegro que no sea Santino Calabressi. Y que la broma no sea más que eso; una broma, y no una puñalada.
martes, 25 de marzo de 2008
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Comments
2 comments to "A esta hora podría estar muerto"
21:09
Qué son las palabras sino un puñado de maraña descompuesta, que se componen con la mirada de cada quien
18:38
Se lo que se siente mas en Natales cuando te hacen esas tallas. Cuando entra a tu negocio un encapuchado que mide 1.90 y en vez de asaltarte te pide libros de Benedetti.
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