lunes, 8 de julio de 2013

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Boxeo en Puerto Natales

13 comentarios
Por Edgardo Cea Oyarzún

Box en Puerto Natales.


Uno de los deportes que más ha hecho vibrar a los natalinos es el boxeo. Tal vez porque su práctica es la más apropiada para demostrar la garra, el coraje y la bravura, que durante décadas ha seducido (y aún lo sigue haciéndolo), a miles de aficionados que han admirado e idolatrado a sus máximos exponentes.

El “arte de la defensa propia”, como también suele llamárselo,  nació en la antigua Grecia, en la tierra de Sócrates, Pitágoras y Herodoto. Allí, los púgiles peleaban a “puño limpio”, aunque en ocasiones también solían hacerlo cubriéndose las manos con vendas de cuero. En el imperio romano este deporte fue también muy practicado en los eventos populares organizados en el gran coliseo de Roma. Lo dramático ocurría cuando, por mandato del César o a petición de algún otro burócrata potentado, este noble deporte se transformaba en un sádico espectáculo de sangre y dolor, entonces los combatientes debían usar los “Cestus”, guantes con púas de hierro para desgarrar la carne del oponente causándole graves daño físicos y a veces, la muerte.

En Puerto Natales el boxeo en sus inicios fue también practicado a “puño limpio”, pero en ningún caso derivó a espectáculos de sangre y lujuria como en Grecia o Roma. Quizás, por eso sea difícil encontrar en el trayecto del pugilismo natalino a una figura única, excepcional o sobresaliente. Boxeadores de gran factura técnica, recia pegada, fajadores, estilistas y corajudos, han existido en diferentes épocas de nuestra historia. Clubes como el Fernandito Boxing Club (el primero en su tipo fundado en Natales hacia 1930), el “Godoy Boxing Club”, “Grupo de Caballería”, “Estrella del Sur”, “Bories”, “Esmeralda” y “Natales”, han sido cunas de grandes peleadores que dieron gloria y prestigio al pueblo de Natales y a nuestro deporte en general.    

Eran los tiempos en que a falta de gimnasios los festivales boxísticos se realizaban al interior de carpas que se levantaban especialmente para el efecto en un sitio ubicado en la esquina de las calles Eberhard con Tomás Rogers, donde actualmente se encuentra el edificio de la Gobernación Provincial y otras reparticiones públicas. También se ocupaban los teatros “Apolo”, “Libertad”, “Palace”, la sede del Club “Bories”, el naciente Estadio Municipal y el gimnasio o los patios del Frigorífico “Bories”, distante cuatro kilómetros al norte del poblado. La afición repletaba los recintos cada vez que se organizaba una velada pugilística. 

En el antiguo periódico “El Natales”, aparece la siguiente crónica promocional acerca de una velada boxeril, esta dice:  
      
“MATCH DE BOX"

Día 19

4 P. M. – Gran encuentro de Box entre los campeones J. Macías y Agustín Ojeda, de la categoría liviano en el Teatro Apolo. Match a 8 vueltas con guantes de combate. Interesantes preliminares. Arbitro, Sres. Betti, Armando Ojeda G. y C. Smart. Cronometrador, señor F. Sobarzo”.

Nótese que en el anuncio se destaca el uso de guantes entre los oponentes, regla que no siempre se cumplía en aquellos tiempos, de acuerdo con lo informado por otro medio escrito de la época, el periódico “El Austral”, que recordaba aquellas memorables peleas que se hacían a comienzos de la década de 1930, donde los rivales combatían a “puño limpio” en un  improvisado ring al aire libre y con un número ilimitado de round, así la pelea podía durar horas, hasta que por agotamiento, retiro o por paliza, se imponía el ganador. Los combates se pactaban generalmente en los lugares de trabajo: frigoríficos y estancias del territorio. Exponentes de este rudo estilo fueron Enrique Barrington, el “Negro” Pedro Palmer, Arturo “Tuto” Morales y el “Rubio” Juan Pérez Canobra, éste último, dicen las crónicas, poseía una admirable condición y resistencia  física.  

Con el tiempo, esta rústica práctica fue derivando hasta llegar a los combates con guantes, con un árbitro en el ring para guiar a los peleadores y con una cantidad limitada de round según fuera el tipo y renombre de los contendientes. Las peleas eran fijadas a tres, seis o  diez round como máximo.

Natales creció como pueblo sustentado en la actividad ganadera, de ahí que barcos ingleses “caponeros” y “laneros”, atracaran periódicamente en los muelles de los Frigoríficos “Bories” y “Natales” para cargar sus bodegas. Cada arribo era motivo de alegría y festejo para los aficionados al boxeo, pues entre los marinos británicos solían venir buenos exponentes de este viril deporte, que no titubeaban en subirse al cuadrilátero para medirse con los bravos púgiles locales, las crónicas de antaño así lo demuestran: “Boxeadores Británicos llegados en el último caponero se han acercado a nuestra  redacción,  para  manifestarnos  su afición al boxeo, pidiéndonos hagamos público sus deseos de sostener match con aficionados de la localidad. Los boxeadores negros son los más entusiastas y decididos a pelear, sus nombres son Karel Johnston, de 60 kilos; Walter Martins, 59 kilos; Peter Glasspool, 71 kilos, José Pereira, 72 kilos y George Wraith, 62 kilos. A ellos se suma el aficionado blanco Edmond Bell, de 62 kilos. La información concluye haciendo un llamado a los aficionados natalinos a aceptar este desafío y enfrentarse a los “Joe Louis” del caponero que estaban ansiosos por encontrarse con un “Arturo Godoy” natalino (haciendo alusión a los nombres de los  más grandes pesos completos que han tenido Estados Unidos y Chile)       
Otra modalidad boxística practicada y que en rigor causaba más hilaridad que expectación entre los aficionados, eran las llamadas peleas “Royal”. Al cuadrilátero subían dos y a veces cuatro púgiles con los ojos vendados, los cuales peleaban todos contra todos, causando rizas por doquier entre la multitud por las graciosas alternativas que ocurrían. Estos jocosos “combates” se incluían en la programación de las veladas boxeriles y según los cronistas, ayudaban a librar las tensiones entre los apasionados hinchas que iban a ver ganar a sus ídolos, lo que no siempre ocurría.   
Selección Puerto Natales, 1942. Entre otros, Juan Oyarzún, Rudecindo Medina, Luis Pérez Biott,
Raúl Mena Rojas, Oyarzún, Bórquez, Arnoldo Velásquez y Galindo. 
Cualquiera que se anime a bucear en la historia de nuestro boxeo, se encontrará con grandes nombres, que un día se coronaron con el éxito y la gloria arriba de un cuadrilátero. Los registros históricos hablan de la bravura de Francisco “Chilote” Díaz, apodado también el “Puma de Natales”. Díaz, combatió en la categoría medio – pesado y pesado por más de una década, llegando hacer campeón regional. Este valiente pugilista poseía escasa técnica que suplía con su coraje y fiereza cuando peleaba. Memorables fueron los combates que protagonizó con los puntarenenses Italo Caorsi y Juan Stipicic, éste último, pugilista profesional e internacional que aspiraba a pelear por el título mundial. El “Chilote” Díaz ganó y perdió, como suele pasar en este rudo deporte.     

Otras figuras del boxeo natalino de aquellos tiempos, fueron los recios pegadores Epifanio Gómez, Bautista Díaz, Zoilo Bórquez, Santiago Vargas Pinto, José López, Juan “El Viejo” Zapata, Ronald Black, Rafael Rosales, Alfredo Bilz, Alberto Guerrero, Rudecindo Medina, Lino Vega y Guillermo Scholer, éste  último, un guapo y valiente medio pesado que protagonizó inolvidables combates con aficionados ingleses de los barcos “caponeros”. Lidió también con boxeadores de nivel, como los puntarenenses Tato SchakelsDi Marco y el campeón nacional Antonio Maichil, apodado “El indio manso”. También combatió con rivales de la talla del argentino Andrés “el Huracán” Pérez, a quien ganó por K.O.T en el décimo round en una vibrante y reñida pelea realizada el día 8 de agosto de 1940 en la carpa del circo de los hermanos Villalba, que se encontraban de paso por el pueblo. El público que repletó el recinto, ovacionó al bravo campeón local.     

Por esos años, la figura de Eduardo “Ametralladora” Iriarte, asomaba como promesa. A poco andar se convirtió en uno de los boxeadores más técnicos  del boxeo amateur magallánico, era un peso liviano veloz y certero en sus golpes y simplemente no tenía rivales en Natales. La revista magallánica de boxeo  “Guante” del año 1942, publicó la siguiente anécdota relacionado con éste púgil natalino: 

“En una ocasión se realizó un festival entre aficionados locales y los marinos de  un  “caponero”  inglés  que  llegó a puerto. El capitán de la nave admirado por las cualidades de Iriarte, le propuso llevarlo a Inglaterra para iniciarlo en el profesionalismo, propuesta que el natalino rechazó”.
Carlos "Canario" Álvarez. Gran Campeón.

Nuestro boxeo recuerda también a Carlos “Canario” Álvarez, habilidoso peleador que en la década del treinta, siendo campeón provincial y de Magallanes, se paseó por los ring de Natales, Punta Arenas y el norte del país, luego de colgar los guantes siguió ligado al boxeo como entrenador y también a otros deportes. Años después se dedicó a la actividad turística incursionando en el rubro hotelero, llegando hacer un próspero empresario, propietario del hotel “Capitán Eberhard”, ubicado en la avenida Pedro Montt, frente al canal Señoret. 

De igual talla boxística  fue el “fajador” Aníbal Warner, este peso liviano inició su brillante carrera pugilística en 1926 en el gimnasio del Club Frigorífico “Bories”, combatiendo con marinos británicos de los “caponeros”. Se midió también con créditos locales y nacionales como Luis Pérez Biot, “Choli” Zúñiga, “Canario” Álvarez y en Punta Arenas con Carlos Pérez, por el campeonato de Chile, perdiendo apenas por puntos. El periódico “El Austral” del 3 de septiembre de 1940, recuerda el revuelo que causó la  pelea que protagonizaron el aguerrido Aníbal Warner y el tozudo Alejandro Díaz, la crónica dice: “…una pelea que levantó una ola de entusiasmo entre los espectadores fue la que sostuvieron hace diez años atrás, los campeones de la época Warner y Díaz. Esta brava pelea  terminó knock – out; los puños de Warner dieron cuenta del cuerpo de Díaz que besó la lona para no volver a parase”. Aníbal Warner colgó los guantes en 1937, quedando su nombre registrado en la historia del boxeo y del deporte natalino.  

Rubén Sáez, fue otro natalino que brilló arriba del cuadrilátero. Este peso liviano sorprendió a todos cuando derrotó por K.O. al entonces crédito local Carlos “Canario” Álvarez. Luego recorrió el sur argentino dando muestras de su buen boxeo. De regreso en Natales viajó a Punta Arenas donde enfrentó a los campeones locales Efraín Ruiz y Eduardo López, venciendo a ambos.  Por esos años hacían noticia también los joven peso pluma Daniel “Salitas” Salas y Alfredo Catepillán, ágiles y agresivos peleadores que defendían los colores  del “Grupo de Caballería”. 
           
Una historia de heroísmo adentro y fuera del ring fue la que protagonizó el “Gringo” Eduardo Scott. Formado en el Club Deportivo “Bories” como  pupilo del legendario Carlos “Canario” Álvarez. Agresivo, valiente y sereno, se transformó en uno de los grandes ídolos del boxeo en Última Esperanza, logrando lo que parecía imposible, derrotar ni más ni menos que al temido Perfecto “Mortero” Sgombich, crédito puntarenense del rudo deporte de los puños.

Corría el año 1943 y la Segunda Guerra Mundial asolaba Europa. Scott, de ascendencia escocesa, decidido enrolarse voluntariamente en el ejército británico. El día que sus amigos y los aficionados locales le brindaron un coctel de despedida en los salones del Club Bories, al hacer uso de la palabra el joven deportista natalino dijo: “No sé hablar, pero agradezco su presencia y les prometo que donde vaya dejaré bien puesto el nombre de Natales”. Integrado en el ejército británico, fue asignado a un batallón de artillería antiaérea de la Royal Air Force (RAF), destacado en las islas Filipinas. Subió de peso y en la Real Fuerza Aérea peleo en la categoría medio pesado, vapuleando a los mejores boxeadores de esa fuerza de combate. El 5 de junio de 1945, envió una carta a su madre, diciéndole: “To my dear mother from pour son that hope to see you son. Teddy” (“A mi querida madre de su hijo que espera verlo pronto. Teddy”). Tres meses después, en septiembre de 1945, escribió al periódico local “El Austral” informando que continuaba practicando box en el ejército británico con notables logros. Aseguraba que pronto estaría de vuelta en su tierra natal para continuar practicando su deporte favorito. Promesa que cumplió.   

El 12 de septiembre de 1945, una delegación boxeril natalina viajó a Punta Arenas invitada a participar en el campeonato de aficionados en esa ciudad. En la nómina figuraban entre otros, Luis Pérez hijo, Raúl Mena, Carlos Bórquez y Arnoldo “Nolo” Velásquez. Por su buen rendimiento los dos últimos fueron incorporados a la delegación de Punta Arenas que viajó al nacional  amateur de ese año realizado en Santiago, a ellos se sumó otro crédito natalino, Humberto “Tetilla” Díaz. Los tres tuvieron una destacada participación en la capital. “Tetilla” Díaz, seguiría posteriormente cosechando triunfos, atrayendo a una masiva afición local que lo seguía incondicionalmente. Una de sus renombradas peleas fue la que protagonizó con el campeón argentino Raúl Barragán, del Boxing Club “Eva Perón” de Río Turbio. El púgil trasandino desafió públicamente al peleador natalino asegurando de que éste no era rival para él. Díaz aceptó y en julio de 1952 se realizó la pelea en medio de un ambiente de mucha expectación entre el público que repletó la capacidad del teatro “Libertad”. En un combate pactado a diez asaltos, la guapeza y la potencia de “Tetilla” Díaz se impuso sobradamente sobre su rival que terminó abandonado al sexto round.  

Ese mismo año el peso mosca Juan Oyarzún se convertía en campeón provincial y el peso gallo Raúl España, era seleccionado para defender a la región en el siguiente campeonato nacional, mientras que Purísimo Torres, otro “gladiador” del ring, protagonizaba en el local del teatro “Libertad” lo que la prensa calificó como “la más completa y reñida pelea efectuada en los últimos tiempos ante el puntarenense Pedro Ojeda”. Por otra parte, Francisco “Chilote” Díaz hijo, se convertía en la revelación del año, aunque defendiendo los colores de Punta Arenas. 

La década 1950 también vio nacer a un nuevo semillero de pugilistas natalino que deleitaban a la afición local y regional. Los hermanos Hugo, Hernán, Alfredo y Alfonso “Melón” Sánchez, enaltecieron el boxeo local. En el nacional de 1953, Alfonso se coronó vice campeón de Chile en la categoría medio mediano ligero, perdiendo por puntos en la final ante el valdiviano Ramón Tapia. Sánchez, nació en Punta Arenas, pero casi toda su carrera pugilística la hizo en Puerto Natales, defendiendo los colores del Club “Esmeralda”. Luego de su importante triunfo en el nacional amateur, se presentó ante la afición natalina en una velada boxeril realizada el gimnasio del Club Deportivo “Natales”, enfrentando al ex campeón de su categoría, Julio “Pantera” Reyes. El periódico local “El Austral”, dio amplia cobertura al match titulando: “Inobjetable triunfo se adjudicó Alfonso Sánchez al derrotar en fallo unánime a Julio Reyes”. Otro espectacular combate que realizó el valiente Melón Sánchez, fue ente el púgil santiaguino Sergio Gola, a quien derrotó en una vibrante pelea realizada en el gimnasio del Club “Natales” el domingo 11 de julio de 1954. Con el tiempo, Alfonso se radicó en Punta Arenas donde alcanzó a realizar algunos combates defendiendo los colores de esa ciudad.

Notables boxeadores fueron también el recio pegador Oliverio Silva y los hermanos Gabriel, Francisco y Orlando Alarcón, este último, fue vice campeón de Chile en la categoría liviano. La afición los admiraba y los vitoreaba por su boxeo frontal y demoledor que desplegaban en el cuadrilátero “Cardoza”, Francisco y el “Guatón”. 

Hacia 1965, otro notable boxeador natalino hacia noticia, se llamaba Rolando González. Aunque se inició en Río Gallegos (Argentina), en Natales dio cátedra de su habilidad y técnica boxística, tanto que ese mismo año integró la delegación boxeril que representó a Magallanes en el Nacional amateur, destacándose como el mejor del grupo.  Por esos años, otros púgiles gravitaban también en el boxeo patagónico, eran Ulises Alvarado y José Low, éste último participó en el campeonato nacional de 1968, donde tuvo un buen desempeño. 

Terminaba la década del sesenta cuando los periódicos locales anunciaban la emergente figura de otro icono del boxeo natalino, Héctor “Cloroformo” Andrade, que para entonces se había titulado campeón regional de la serie novicios en la categoría pluma.

La trayectoria de “Cloroformo” es sinónimo de entrega y espectáculo. Inolvidables  fueron  sus  peleas,  en  la categoría  mediano  ligero,  con  el puntarenense Juan “Ringo” Ravena y el penquista campeón de Chile Efraín Iluffi, a quien le propinó un espectacular K.O. en Punta Arenas. Andrade, participó en el campeonato nacional de 1969, luego en 1971 integró una delegación magallánica que enfrentó a los boxeadores nacionales seleccionados para participar en los Juegos Olímpicos. En este mini campeonato, “Cloroformo” o “Pepille” como también lo apodaban los aficionados locales, tuvo un desempeño prometedor que lo ratificaría dos semanas después en el Campeonato Nacional Amateur de ese mismo año.

En el Teatro “Caupolicán” de Santiago, sede del Nacional, “Cloroformo” obtuvo dos impresionantes nocaut, el primero ante el chillanejo Rolando Mella y luego ante el crédito ariqueño, seleccionado preolímpico, Julio Medina. Fue tan comentada esta última pelea que finalizado el campeonato, el diario capitalino La Tercera, en su ranking destacó a Héctor “Cloroformo” Andrade como “el púgil de la derecha con más dinamita”. En este campeonato, Andrade llegó a disputar su paso a la final en la categoría mediano ligero, enfrentando a un conocido rival, el puntarenense Juan “Ringo” Ravena, con quien perdió por puntos. “Cloroformo” Andrade subió al ring en 149 ocasiones, propinando 82 nocaut y derrotando a seis campeones nacionales.

Un lugar especial en el deporte de los puños tiene ganado también Manuel “Chino” Miranda, boxeador de notables condiciones técnicas. Este medio mediano ligero, fue un verdadero estilista en el cuadrilátero, ágil, de admirables reflejos y velocidad. Siendo muy joven fue llamado a integrar la delegación de boxeo de Magallanes que participó en los nacionales de 1969 y 1971. El “Chino”, se inició a lo 12 años en el boxeo y llegó hacer vice campeón de Chile cuando apenas tenía 15 años. Su historia personal y boxística está marcada por un grave accidente que sufrió a los 13 años al caer de uno de los vagones del tren que hacía el recorrido Natales – Frigorífico Bories y vise versa, siendo arrastrado bajo los rieles por varios metros quedando gravemente herido con el brazo derecho casi destrozado.

Su recuperación estuvo a cargo del connotado médico Álvaro Soto Bradasic, quien le aconsejó, como terapia complementaria, continuar practicando boxeo para que su brazo afectado no perdiera movilidad. “El Chino”, siguió aquel consejo por 28 años, subiendo al ring en 250 ocasiones. 

Otras figuras importantes en el boxeo natalino fueron,  Fredy Trujillo, un “fajador” innato que también participó en el Campeonato Nacionales Amateur de 1972, titulándose vicecampeón de Chile, y Rubén “Peñasco” Olavarría, que también destacó en el Nacional de Arica. El peso mosca Juan Coñuecar,  tuvo  una  excelente  participación en el Nacional Amateur de 1979. Protagonistas de grandes jornadas fueron igualmente los aguerridos peleadores Carlos Cid, José Velásquez, Eudulio “Gringo” Mansilla, José “Cochocho” Saldivia, Juan Díaz Alderete (“Zapato brujo”), Manuel Santana (“El intocable”), Carlos Casanova, Jorge Pizarro, Justo Castro, el zurdo Tomás Ríos, Carlos “Carlucho” Hernández y su hermano, el peso liviano Leonidas  “Papo”  Hernández,  éste  último,  junto  a  otro  grande  del  cuadrilátero,  el  pluma  José “Tacita” Saldivia (quien ostentaba el título de campeón militar de Chile en su periodo de conscripción), disputaron en sus respectivas categorías y en cerrados combates, su paso a las semifinales en el Campeonato Nacional Amateur de 1974, perdiendo ambos por puntos en fallo dividido.  

Por el camino de estos históricos “guerreros” del ring, transitaron también Patricio  “Pato”  Ojeda,  valiente  y  agresivo  pugilista  que  en cada pelea dejaba todo sobre el cuadrilátero en pos del espectáculo. Ojeda participó en dos campeonatos patagónicos internacionales y durante ocho años fue el indiscutible campeón regional en la categoría mediano y en ese periodo todo rival que lo enfrentó conoció de su guapeza y del demoledor poder de sus puños. Ojeda, también estuvo en el Nacional Amateur de 1979 integrando la delegación de Magallanes y donde tuvo una regular actuación.

Otro grande fue Jorge “Cuajo” Andrade, boxeador de una excelente técnica y velocidad. Muy querido y respetado por la afición local y regional donde fue protagonista de memorables combates enfrentando a recios pegadores como Luis “Tacita” Saldivia, Patricio “Pato” Ojeda y a los campeones de chile Héctor “Chocolate” Fernández, de Punta Arenas y Horacio Riquelme de Valdivia, a quienes venció sin apelación.

Jorge Andrade, fue campeón regional en su categoría durante diez años y campeón de la V División de Ejército mientras cumplía con su servicio militar obligatorio. Integró también la delegación boxeril que representó a Magallanes en los Nacionales Amateur de Santiago y Rancagua, llegando en ambas ocasiones a los cuartos de final. Posteriormente, se radicó por varios años en Río Gallegos (Argentina), donde también brilló con luces propias en los rings del sur argentino. El 17 de diciembre de 1992, se le otorgó en Río Gallegos la Mención Anual Deportiva que lo nominó como el mejor de los mejores. Este notable pegador dejó el boxeo en agosto de 2006, después 30 años de ininterrumpida actividad arriba del ring, lo que es, según sus propias palabras, todo un récord en los cuadriláteros de la Patagonia chileno – argentina.  Andrade retornó a Natales y hoy, si bien está dedicado a la actividad comercial, colabora permanentemente como entrenador, árbitro o jurado, en los festivales boxeriles que cada cierto tiempo se realizan en nuestra provincia. 

En esta reseña del boxeo natalino, cabe destacar también los nombres de Lino Maldonado Ratto, Edwin “Campesino” Aguilar; Manuel “Maquina” Muñoz; José “Bam Bam” Álvarez, Pedro Gómez Bórquez; los hermanos Hugo, Manuel, Juan y Jorge Argel, dignos exponentes de la bravura y el coraje sobre el ring; otro connotado fue Sergio “Palanca” Vera, quien participó en tres campeonatos nacionales, con un desempeño sobresaliente y el peso liviano Héctor “Motorcito” Miranda, púgil admirado y vitoreado sobre el cuadrilátero por muchos años. Los recordados Daniel “ñato” Barría, Luis “Macho” Camacho, José Honorio Bórquez, Miguel Ángel Poey y José Ramón González, aunque sin ser natalinos de origen, alguna vez también sirvieron y dieron prestigio a nuestro boxeo. 

No cabe duda, hubo muchos otros aficionados que alguna vez se calzaron los guantes para experimentar lo que se siente arriba de un cuadrilátero. Ellos, al igual  que los consagrados que hicieron del boxeo una forma de vida, merecen también nuestra admiración y sincero reconocimiento. Que esta premisa llegue igualmente a los nuevos “gladiadores” del boxeo natalino que se inician, quien sabe también en algún momento, con representantes femeninas, como sucede en otras localidades de Chile y en otros países, que buscan destacar y triunfar en este rudo pero noble deporte. 

Bibliografía de apoyo:

-. Periódico “El Natales”, Septiembre 1926
-. Periódico “El Austral”,  Mayo de 1940, Octubre de 1952 y Enero de 1954

-. Diario “El Magallanes” (Suplemento Dominical) Septiembre de 1996 

Comments

13 comments to "Boxeo en Puerto Natales"

Hugo Trujillo dijo...
22:46

que buen trabajo, están todos los grandes. Bien profesor cea. ¿Tiene Ud. fotos de otros boxeadores?

claudia warner vera dijo...
23:22

GRACIAS PROFE POR ACORDARSE DE LOS VIEJOS CRACK EL COMIENZO DE ESTE DEPORTE DE LOS PUÑOS EN NATALES.....ELLOS DESDE EL INFINITO ESTARAN MAS QUE FELICES QUE SE ACUERDEN DE ELLOS QUE ALGUNA VEZ SE LA JUGARON POR PONER EL NOMBRE DE NATALS BIEN EN ALTO, COMO NIETA DE EL GRAN ANIBAL CHILOTE WARNER GRACIAS..

Maribel Zalato dijo...
19:31

Que grande fue el boxeo en Natales, nunca pensé que este deporte fuera tan popular aquí en esta zona, soy de Río Gallegos y me encanta el boxeo especialmente el femenino que se practica mucho en mi país.

Maestro, felicitaciones.
Un beso

Loreto dijo...
18:35

En la foto de los seleccionados natalinos también está "Tetilla" Díaz un gran campeón cuenta mi abuelo Juan Pedraza. Qué lindo artículo, para no olvidarlo.

Ye - k dijo...
19:15

Si, excelente escrito. Me llamó Jessica y soy como bisnieta de Luis Pérez Biot.

BKN, QUE EMOCIÓN

Chepo dijo...
22:52

YO VI PELEAR A CLOROFORMO ANDRADE CON ILUFFI EN PUNTA ARENAS, CUANDO CLOROFORMO LO NOQUEO. FUE UN GRAN PELEÓN, LASTIMA QUE NO HAYA QUEDADO REGISTROS GRABADOS EN PELÍCULA
FELICITACIONES POR ESCRIBIR COSAS TAN LINDAS.

Anónimo dijo...
18:20

El mejor de los mejores en natales fue cloroformo, nadie como el tuvo mejor pegada.

Anónimo dijo...
15:27

SRES. CHINO MIRANDA FUE EL ESTILISTA, ROLANDO GONZÁLEZ EL TÉCNICO Y FREDY TRUJILLO EL FAJADOR, CLOROFORMO SOLO FUE EL DEL GUALETAZO Y NADA MÁS

Beto dijo...
01:35

Mi amigo Cuajo Andrade fue el mejor.

Saludos

Beto

Pirulo dijo...
10:18

Este es un muy buen artículo que anda dando vuelta en faceboock incluso. Natales siempre fue cuna de grandes boxeadores, que pena que hoy no se siga practicando este deporte.
Felicito a la página y al profesor Cea por tan buenos apuntes.

Roberto dijo...
21:51

Buenísimo artículo. Me gustaría que publicaran aquí mismo fotos de boxeadores natalinos si tienen, ojalá que sí.

Buen blog, gran escrito.

Juan dijo...
00:47

JUAN DIJO : . . . . . . . . porque no recordar a un gran boxeador natalino del club esmeralda a Carlos CARLUCHO HERNANDEZ, quien entrego dos titulos como campeon de magallanes en la categoria mediomediano ligero en el año 1969 donde gano por puntos al conocido boxeador de punta arenas torito vidal y en el año 1971 derrotando por punto a la ardilla del ring (juan ringo ravena) de punta arenas el cual fue en reemplazo de CARLUCHO HERNANDEZ al nacional de chile el cual por problemas personales no pudo viajar para disputar su titulo en el nacional. Tambien como no recordar la pelea en Punta Arenas en el año 1971 frente al campeón de chile RENATO LOLO GARCIA.- A la ves hacer un reconocimiento al expresidente de boxeo esmeraldino dn gregorio Chacon.

Carlos Pérez dijo...
20:39

Está citado en la crónica"Carlucho" Hernández, y eso es bueno. También en el libro Natales: cien años de Historia" del mismo autor de la crónica. Que bién que se recuerden y escriba sobre nuestro boxeadores de todos los tiempos.

¡Felicitaciones!

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