Eso era una real diversión cuando éramos niños en Puerto Natales. Pero antes debiera decir que en casi todas las casas del pueblo no teníamos habilitación del servicio de baños en nuestras casas; para ello debíamos ir literalmente "a las casitas", que era eso precisamente, una casita al fondo del patio que hacía las veces de baño, un cubículo con tablas de madera (lenga), con un hoyo al medio y un barril abajo que hacía el receptáculo de nuestras inconfesadas necesidades. El barril en determinado momento se llenaba y era el instante en que aparecían ellos, "los abrómicos"; los ángeles guardianes de nuestras fecas, solícitos y bromistas se apersonaban a nuestros domicilios y con angarillas y maestría retiraban el motivo de nuestras aflicciones. Y eso, repito, era una real diversión cuando éramos niños en Puerto Natales. Acompañábamos a los ángeles guardianes del mojón en su peregrinar por el vecindario, ayudábamos con algarabía y cánticos su loable labor y echábamos un vistazo a las deposiciones de la vecina estirada que nunca saludaba, o al cojo que nos amenazaba con robarnos la pelota, que contemplaba contrito el retiro de sus menudencias. Por eso me extrañó muchísimo cuando fui invitado al cumpleaños de un amiguito afortunado que sí tenía baño dentro de su casa, ¡No lo podía creer!, fui varias veces aquel día a ese baño en el segundo piso de su casa, me olvidé de las tortas y el chocolate, de los globos y el happy birthay, yo solo estaba preocupado de su baño y no lo podía creer, ¿Un baño dentro de la casa? Realmente algo inimaginable, será por eso que durante mucho tiempo tuve a este amigo y su familia como seres incorregiblemente cochinos. "¡Se hacían en su propia casa!"
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Comments
6 comments to "Puerto Natales y los abrómicos"
17:16
Es realmente desagradable como la tecnología se dedica todo el tiempo a mandar a la mierda a la imaginación y a esas elaboradas teorías infantiles.
01:34
¡¡¡Genial!!! me parece este relato, tanto que lo encuentro increible, ¿habrá sido así?, y si no lo fue qué importa.
gracias
20:57
Yo tambien lo recuerdo. Yo vivìa a una cuadra de allì, en la calle Tucapel ...pasaba las vacaciones con mis abuelos...los hombres usaban unos buzos color gris, sacaban el barril y lo cambiaban por un vacio...nunca se me ha olvidado esa imagen. Como un par màs que tambien parecen de cuento.La primera vez que vi un televisor fue en la casa de los Paredes.Un abrazo, Muñoz Molina.
18:45
Yo la primera vez que vi la tele fue en casa de mi tío Antonio, el discurso de Allende en la ONU, tenía, el tío Antonio... mejor lo voy a publicar en un post.
Oye Marcela, ¿Cuál Paredes?.- Los de "abajo" o los de "arriba".
19:53
Verdad pura de lo que narra, pero con un error, se les llamaban los mierderos, y con ellos se asustaban a los niños que se portaban muy mal. www.marcobarria.es.tl., y es mas, esa gente que hacia el trabajo nmo se quitaba el olor asi tan facil, les perduraba en la ropa, asi que era facil saber en que trabaja ( de todas maneras en el pueblo todos se conocian). un gran saludo a todos, no se olviden de escribir sobre el carrito tirado a caballo que repartia el pan de Guerrero.
12:30
Falta un detalle en los comentarios;cuando el barril estaba demasiado lleno, lo que hacían era con la pala "sacar" EL SOBRANTE de caca del barril lleno y colocarlo en el barril vacio. ¿ Sería para compensar algo?
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