Ese chico se las trae. Tommy desde el anonimato te ofrece de inmediato un puñal y un verso de Verlaine. Flaco, desgarbado y con una pinta de último pirata arrojado a la costa. Tiene pocas cosas que ofrecer. Una cita de Kierkegaard. Un poema de Teillier. Una corrección al último Diccionario de la Lengua Española. Para los detentadores de la eficacia, evidentemente que aquello es poca cosa. ¡Vaya que poca cosa! Tommy es Tommy. El borracho más señorial de la población Las Vertientes de Punta Arenas. Terror de las chicas que visten en Versace. Poca gente es amiga de Tommy. Tommy es amigo de Tommy, y también de dos o tres palurdos que nunca metieron un gol. Es que Tommy es complicado. Considera que las estrellas son absurdas. Que las ballenas no debieran existir. Que la noche es una prisión celeste. Tommy te sorprende a cada instante con un verso olvidado. Se emociona fácilmente con el infeliz que acaba de ingresar a prisión por un crimen deleznable. Sufre por el desdichado que acaba de matar a su mujer. Se retuerce de dolor por la mujer que acaba de morir en manos de su amante. El vuelo de la mariposa lo trastorna. El discurso de la de los políticos lo hace vomitar. Piensa que todos los borrachos se van al cielo. Eso puede resultar raro ya que él no cree en el cielo ni en Los Jaivas. Tommy sabe que Punta Arenas no se merece a un Tommy, es la ciudad en la cual pernocta. Le cuesta mucho disimular su talento. Debe hacerlo. El sabe que sabe. Sabe que es el mejor porque sabe que no es el mejor. Y eso siempre es terrible. Un día llegó a mi casa traído por el viento. Se tomó una cerveza, un whisky, un ron cola, una botella de menta, otra cerveza, un cognac, un vino, un pisco sour y más cerveza. Mientras tanto iba poco a poco desgranando La Divina Comedia. Es un orfebre calificado, con un pedazo de nada puede fácilmente hacerte una joya. Viste un viejo abrigo de cotelé color verde. En cualquiera ese viejo abrigo es un viejo abrigo. En Tommy resulta un frac, un atuendo de gala. Aparenta ser un vagabundo en un paisito en donde muchos aparentan ser subsecretarios. Posee un arsenal constante de citas de milenarios autores. Alejado de la sociedad de los que saben, vive con su madre a quien adora. Al igual que un tipo llamado Einstein, tuvo problemas para terminar sus estudios. Al igual que un tipo llamado Cristo, se inmola día a día en busca de dos o tres justos, que sepan escuchar la voz del Mesías. Un día lo trajo el viento. Un día el viento lo llevará. No necesita más. Se acabo el tiempo de la sabiduría. Ahora hablan los diletantes de la nada. Ahora es el tiempo de las jóvenes y gloriosas mujeres que acaparan puestos en el gobierno. Nadie reparará en un tipo que viste un viejo abrigo de cotelé color verde, que adora a su madre y que al igual que Einstein, tuvo problemas para terminar sus estudios.
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Comments
2 comments to "Tommy"
01:07
un arquetipo tomislav cvitanic
nos sentabamos juntos en el cole
como nos drogabamos
abrazo hugo !
20:08
tomislav cvitanic
fono 56-61-219345
no tiene e-mail ni nada que se le parezca
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