¡Por qué no nacimos en Japón!

Por Pepito el Breve

Los chilenos sufrimos de una tentación atávica al excesivo consumo de alcohol, un gusto genéticamente predispuesto por la bebida. Lo anterior, se demuestra hasta en nuestros seleccionados de futbol, ya que fuera de las mujeres y el Play Station, nada produce más atracción para nuestros futbolistas que el trago. Si bien con las féminas no tiene mayores consecuencias, fuera de algún escandalillo para pautear programas de farándula, por culpa del copete cinco jugadores fueron retirados de la roja de todos.
Lo cual, trajo consigo un gran problema para el seleccionador nacional ya que es muy tarde para que el ex Conace, hoy Senda, realice en Juan Pinto (Tinto) Durán, una campaña de prevención de esas tipo “Yo me cuido”, que inculquen cultura etílica a los players.
Asimismo, sería inoficioso consultar a un siquiatra para que les recete el disulfiram, o popular Antabus, bastón en que se apoyan gran parte de la ciudadanía para evitar recaídas alcohólicas, porque cómo está últimamente la salud mental de los chilenos no creo que tengan horas disponibles.
Como para el 8 por ciento de la población del Japón, casi 9 millones, el abuso de alcohol es casi desconocido, por cuanto estas personas tienen un gen que les inhibe consumir alcohol, ya que si lo hacen tienen síntomas adversos y desagradables como los que produce el disulfiram. Los que han tenido la genial ocurrencia de hacer caso omiso a las instrucciones de su siquiatra sabrán a que me refiero.
Un trasplante de plaquetas tipo las que se usan para regenerar los tendones cortados, podría resultar atractivo, pero habría que sacar genes de ese grupo de japoneses e inyectarlos a los jugadores lo cual sería muy engorroso, suena vampiril y estamos ad portas de una nueva fecha de eliminatorias.
Nacionalizar un japonés, tampoco sería efectivo, deben ser pocos en Chile y no conozco alguno que sea bueno para la pelota. Nominar a Caszely, menos, porque le dicen el chino y está viejo.
Para mala fortuna del Bichi ya no dan por la tele la serie de Los Supercampeones y de Oliver Atton, ni mis hijos se acuerdan. No le queda más remedio, que recurrir a lo que tiene más a mano, coger el jostyn y convocar a monitos del juego Fifa 2012 para Play Station de la japonesa Sony.