sábado, 14 de agosto de 2004
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Juan Pablo Riveros: El frío no es otra cosa que el silencio de Dios
Por Alejandra Zúñiga Sepúlveda
Aunque el currículum de Juan Pablo Riveros dice que es economista, al presentarse se define, ante todo como poeta. En las manos sostiene orgullosa la cuidada edición de su tercera obra: "El Libro del Frío", que toma como punto de partida el diario del almirante Richard E. Byrd, "Alone".
Riveros nació en Punta Arenas en 1945. Su niñez transcurrió en isla Picton, de donde evoca su primer contacto con la nieve y la naturaleza: "tenía tres años, e iba a caballo con mi madre a visitar a unos amigos. Yo estaba cubierto con una manta… de pronto me asomé y vi el paisaje nevado, un árbol y un zorro. Ahí tuve el primer choque con la hermosura vasta e imponente de la naturaleza".
Según su autor, "El Libro del Frío" se instala en las desolaciones implacables de la antártica y cuenta las etapas del solitario viaje de Byrd. Aclara que "lo que hice con el libro de Byrd fue un trabajo de destilación, de alambiques, completando informes que él no tuvo tiempo de terminar, recurriendo al privilegio de haber sido algo a sí como un copo de hielo en algún lugar siempre oculto de su refugio. Me entumí con su frío, y con el mío, me deleité con sus comidas, me maravillé con su música, me ensimismé con un universo espantosamente hermoso".
Explorando el frío
Tras su infancia en isla Picton, cursó sus estudios en el Liceo San José de Punta Arenas. Luego de estudiar en la Universidad de Concepción, volvió a la ciudad entre 1978 y 1980. Se había separado de su primera esposa y pasaba por una experiencia muy profunda, de búsqueda y reflexión.
De esos años, recuerda un invierno extremadamente frío y en el que nevó mucho "yo leía mucho a Rimbaud y a raíz de eso nació mi primer libro "Nimia", poemas en prosa. Un día en la Biblioteca Municipal pedí un libro sobre la nieve y me encontré con "Alone" del explorador norteamericano Richard E. Byrd, en que relata su experiencia en la noche polar de 1934". Riveros explica que " contrató mucha gente y llevó 600 toneladas de víveres e implementos. Su idea era probar que las leyes que rigen el clima del planeta se definen en la Antártica. Instaló un campamento, "Little América", y luego de meditar quién era el elegido para partir a una base aislada a 200 kilómetros, donde se harían las mediciones, decidió que iría él mismo".
Si bien en 1980 Riveros se encontró con "Alone" por primera vez, noi terminaría de leerlo hasta 1984, cuando lo compró en un puesto de libros en la calle. En ese entonces escribía "La Tierra sin Fuegos", su segundo libro, canto épico que habla de la extinción de los yámanas, selknam y onas.
En memoria de Remigio Sapunar Marín
Tras su estada en Punta Arenas, Riveros se trasladó a Concepción donde instaló una librería en la que trabajó durante ocho años, renegando de su profesión de economista. En 1988 nacen los primeros borradores del "Libro del Frío", ese mismo año cerró la librería y se trasladó a Arica, para reinsertarse en el mundo académico a través de la Universidad de Tarapacá. Sobre su experiencia en el norte del país, declara que "Arica es donde peor lo he pasado en toda mi vida. La gente es fría, impersonal y envidiosa, por lo menos en el ambiente donde me moví. Lo bueno fue que me puse a escribir fuertemente y conocí a Remigio Sapunar Marín, a quien está dedicado este libro, que es el primer poemario que se ha escrito sobre la Antártida".
La personalidad de Sapunar, también magallánico, impactó fuertemente en Juan Pablo Riveros. "Fue un gran hombre, un tipo como pocos, de profunda vocación de médico, de los que pensaba en todo menos en cobrar la cuenta. El me incentivó a estudiar un doctorado a la Universidad de Chile. Murió de un infarto fulminante en 1993. Realizó una importante labor en beneficio de los más necesitados. Hoy en Arica un Consultorio de Salud lleva su nombre. Siento que al publicar este libro, de alguna manera, cumplí con él", añade.
Riveros define su obra como "poesía trascendente" y se declara "muy conocido en ciertos ambientes y desconocido en el pavoneo literario nacional. No estoy en la vitrina y no quiero estar. Hace poco fui a un encuentro literario den Valdivia, y se me acercó mucha gente porque creían que había muerto. Incluso una alemana me agradeció haber escrito "La Tierra sin Fuegos", y me contó que lo está traduciendo.
-¿Qué influencias reconoce en su obra?
-"Pertenezco a la línea de César Vallejo, poeta peruano. Algunos dicen que este libro sigue la tendencia de Vicente Huidobro, por la luminosidad y el vuelo. Objetivamente, este libro es una gran volada, diametralmente opuesto a "La Tierra sin Fuegos".
-¿Qué simboliza el frío?
-"Incomunicación, soledad, olvido, frío espiritual que genera el hombre. En este caso, el frío no es otra cosa que el silencio de Dios".
-¿A quién está dirigido el libro?
-"Como dice Teillier, uno le escribe a sus amigos, que son como cuatro o cinco. Si otras personas lo leen y sintonizan, macanudo".
-¿Irá a Punta Arenas a presentarlo?
-"Si me invitan, feliz. Piense que acá uno no sólo tiene que investigar, escribir el libro y editarlo, sino además publicarlo. Lo que sí puedo decir es que estará pronto en las librerías de allá".
Juan Pablo Riveros tiene cuatro hijos y un nieto que lleva su nombre pero no conoce, porque vive en Puerto Natales. Trabaja como profesor del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile y confiesa que muy seguido, vuelve en sueños a la isla Picton.
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