“¿Y cómo Piketty?”
Cuando aplico una reprimenda a mi hija Julieta, ella suele justificarse con que la acción o actitud que le cuestiono la he ejecutado o la he tenido antes.
-¿Y cómo tú?- me contesta.
Esta mañana Andrés Velasco asistió a la fiscalía a declarar como imputado por el caso Penta, se le cuestiona un almuerzo privado con los socios del holding por el cual se le pagaron 20 millones de pesos. Cifra que el persecutor investiga si fue para financiar irregularmente su campaña de primarias presidencial, pero que Velasco arguye fueron honorarios por un servicio profesional prestado y el valor elevado, por su calidad de economista de prestigio.
Ayer vi por streaming, que el economista francés del momento Thomas Piketty ofreció una charla en la Universidad Diego Portales en un auditorio colmado de público. Apoyado en datos de power point dijo, entre las pocas cosas que pude captar -por favor, no es que sea neófito en economía sino que la conexión de internet en Magallanes es muy mala- que los países ricos y exitosos son aquellos que tienen cargan impositivas altas, como los de Europa y Japón y que Chile tiene los impuestos más bajos de la OCDE lejos, muy lejos de Dinamarca y Suecia y más propios de un país como Rumania.
No me percaté que Piketty en la charla comiera algo, eso sí tomaba agua Vital sin gas y, cosa curiosa, abría la botella y se servía solito, noté sí que el moderador Ernesto Ottone estaba un tanto apurado, señaló que por temas de agenda, después supe que en La Moneda los estaban esperando.
Quizás si la defensa de Velasco, por esto de la Ley de Transparencia, debiera solicitar a la UDP ¿cuánto le pagaron a Piketty?, y como El Mercurio publica una foto en la que está con la Presidenta Bachelet almorzando donde, al igual que el almuerzo de Penta y Velasco, los comensales eran poquitos por eso de la probidad política el defensor de Velasco podría también exigir al gobierno que diga si al economista francés le pagaron. Ello para comparar si los honorarios de Velasco se ajustan o no a precio del mercado ya que, en caso de que estén sobrevalorados, Penta debería denunciarlo al Sernac y, en ningún caso, estar como imputado.
Tal vez Velasco deba responder a lo Julieta: “¿Y, cómo Piketty?”, pero al ir por lana correría el riesgo de salir trasquilado ya que en la charla de Piketty quedó registro filmado mientras que en la de Velasco no sabemos si utilizó power point, diapositivas, papelógrafo o, a la antigua, fue a pizarrón, almohadilla y tiza.
-¿Y cómo tú?- me contesta.
Esta mañana Andrés Velasco asistió a la fiscalía a declarar como imputado por el caso Penta, se le cuestiona un almuerzo privado con los socios del holding por el cual se le pagaron 20 millones de pesos. Cifra que el persecutor investiga si fue para financiar irregularmente su campaña de primarias presidencial, pero que Velasco arguye fueron honorarios por un servicio profesional prestado y el valor elevado, por su calidad de economista de prestigio.
Ayer vi por streaming, que el economista francés del momento Thomas Piketty ofreció una charla en la Universidad Diego Portales en un auditorio colmado de público. Apoyado en datos de power point dijo, entre las pocas cosas que pude captar -por favor, no es que sea neófito en economía sino que la conexión de internet en Magallanes es muy mala- que los países ricos y exitosos son aquellos que tienen cargan impositivas altas, como los de Europa y Japón y que Chile tiene los impuestos más bajos de la OCDE lejos, muy lejos de Dinamarca y Suecia y más propios de un país como Rumania.
No me percaté que Piketty en la charla comiera algo, eso sí tomaba agua Vital sin gas y, cosa curiosa, abría la botella y se servía solito, noté sí que el moderador Ernesto Ottone estaba un tanto apurado, señaló que por temas de agenda, después supe que en La Moneda los estaban esperando.
Quizás si la defensa de Velasco, por esto de la Ley de Transparencia, debiera solicitar a la UDP ¿cuánto le pagaron a Piketty?, y como El Mercurio publica una foto en la que está con la Presidenta Bachelet almorzando donde, al igual que el almuerzo de Penta y Velasco, los comensales eran poquitos por eso de la probidad política el defensor de Velasco podría también exigir al gobierno que diga si al economista francés le pagaron. Ello para comparar si los honorarios de Velasco se ajustan o no a precio del mercado ya que, en caso de que estén sobrevalorados, Penta debería denunciarlo al Sernac y, en ningún caso, estar como imputado.
Tal vez Velasco deba responder a lo Julieta: “¿Y, cómo Piketty?”, pero al ir por lana correría el riesgo de salir trasquilado ya que en la charla de Piketty quedó registro filmado mientras que en la de Velasco no sabemos si utilizó power point, diapositivas, papelógrafo o, a la antigua, fue a pizarrón, almohadilla y tiza.
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