Por Pepito El Breve
Fui a un control de detención, el
fiscal dice que el imputado había confesado, el defensor alega nulidad porque
el imputado estaba ebrio al momento de que se la tomaron, según consta en
informe medico de constatación de lesiones, por ende ello
vulneraria las garantías del imputado.
El juez no hace caso, dice que solo
hay un papel (médico) que señala ebriedad y así se valida la confesión.
Según mi lego entender jurídico y a
la luz del sentido común, lo anterior tendría dos lecturas antagónicas:
La primera que sería compartida por
juez y fiscal, aquella ingenuidad de que curados y niños dicen siempre la
verdad.
La segunda, la del defensor que dice
que se vulneraria el criterio elemental de sentido común porque “no hay que
hacerle caso a los curados porque hablan tonteras”.
Lo lógico, sería que las policías
dijeran “cuando se te pase la borrachera hablamos”, porque no creo que le
señalen al imputado “quién te mando tomar”, ni menos que se aprovechen porque
“con copete a las personas se le suelta la lengua”.
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