Mientras el Presidente está más inquieto por el estado en que
recibirá su fortuna tras el obligado fideicomiso de cuatro largos, pero cortos,
años al que tuvo que someterse para asumir el mando de la Nación. Pareciera que
el presidente está más preocupado por recuperar las acciones de Lan, ahora que
las de la línea aérea suben y suben a
propulsión a chorro, que por recorrer el país despidiéndose en cuerpo y alma
los últimos meses que le quedan como mandamás de la nación.
A contrario sensu, la ya presidente electa, dilucidada ya la victoria, el asunto es si
será en primera vuelta, y como el tiempo es un bien escaso adelanta en su comando la repartija del nuevo
gabinete guste o no tradicional rito
presente en todas las democracias del orbe del color y orientación, política o
sexual, que sea.
De los nuevos ministros al menos tres
cupos serán para el PC, Sernam seguro,
fijo Educación, porque esta última cartera es un cacho, el otro
posiblemente Cultura, porque todos los artistas en Chile a puro realismo
socialista se las dan de comunachos mientras toman whiskey y compran The
Clinic.
Cosa curiosa no está en la lista
Somavía eterno y gran ex secretario general de la OIT, organización que vale,
no la OEA que no pesca nadie.
Para salud iría el Conde Paris, el
actual presidente del Colegio Médico, un hombre tal como quiere la presidenta inclusivo
y cercano a la gente, el mismo que trató de populista y populachero al
Ministro Mañalich, acusándolo de
reunirse con el pueblo de Quellón, cuando se suscita el levantamiento
poblacional por la muerte de un paciente del hospital denunciando una mala gestión médica en el hospital.
Cuestión que molestó de sobremanera al
Conde Paris, por cuanto Mañalich acude a reunirse con la gente y no con los
miembros del colegio de la orden, criticando la forma de hacer política de
salud publica del actual ministro azuzando a la “chusma”.“Así gobiernan,
levantado a la chusma contra los médicos” fueron más o menos esa las nobles palabras
de Paris Mansilla. Aclaro, que tengo la
grabación para que los que me tilden de
injurioso.
En tanto Mañalich, el
que a todas luces debe ser el mejor ministro de Piñera, le responde que sí es populista, un ministro
populista, que está por el partido de los enfermos, de la gente y que se reunió
con la gente de Quellón porque eran ellos que estaban afectados.
Será que a criterio del
noble linaje de Paris, una persona discriminadora como Mañalich, que prefiere la chusma por sobre el menesteroso gremio
médico, no debe ser digno de juramento de Hipócrates y menos decirse galeno.
Paris oriundo de Puerto Montt,
enrolado como ministro deberá acudir de nuevo
a Quellón, todos sabemos con quien se reunirá, y olvidando ese desliz
lingüístico apelará a su condición de Mansilla para decirle al pueblo que él
trabajó en la isla y que por su sangre
fluye también la chilotancia.
Gómez, en tanto busca un hombre para justicia ya que desde la comuna de Paris y el Ministerio
de Salud Pública de Robespierre, quizás por el cariño a la guillotinería, junto la seguridad pública ha sido gusto de radilaicos.
Como debo ser uno de los pocos que votó Gómez, y de algo debe
servir dicho sufragio, le enviaré un email porque así como el Conde Paris, me
suena shakesperiano, conozco un tipo que tiene apellido fabularero, aunque el
crea que es fabuloso, y que lo veo pintado para ese ministerio.
Eso sí antes de asumir le aconsejaré
que su crítica debe rebosar elegancia, así cuando se reúna con los jueces, en
lugar de con los vecinos disconformes con el actuar de la justicia, se
refiérase a estos últimos como el bajo
pueblo.
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