Nadie duda que fue el retorno de la democracia y la apertura chilena al mundo lo que permitió al país comenzar a cambiar, se asentó el sistema de educación particular subvencionado y, para gozo del retail, importamos La Fiesta de Halloween.
La tradición pagana propia del Estados Unidos laico y protestante para pesar de la Iglesia Católica, es hoy más conocida que la Cruz de Mayo, esa fiesta de catolicismo popular y caridad cristiana que celebran las familias menesterosas sureñas recorriendo las ciudades pidiendo limosna y alrededor de una gran fogata compartir lo obtenido.
Al anochecer del 2 de mayo en Temuco, los cincuentones nostálgicos de las barricadas antipinocheteras suelen subir a la cumbre del Ñielol o el Conun Huenu, pero por culpa del otoñal smog que cubre la ciudad, ven frustrados sus deseos de contemplar extasiados las fogatas que vuelven, como un deju vu, a iluminar las poblaciones temucanas.
Este año el gobierno, para mejorar las relaciones con la Iglesia Católica, sale al rescate de la identidad nacional y espera detener el consumismo del Halloween. Si bien algunos representantes de la Nueva Mayoría ya lo habían deslizado previamente, fue la mismísima Presidenta Bachelet, conociendo los devotos que son los coños y que la Cruz de Mayo es parte de nuestra herencia hispana, fue la encargada de denunciarlo públicamente en su reciente viaje a España: “En Chile hay una campaña del terror pagada contra la reforma educacional”, expresó a los medios de comunicación españoles, a pocos días de festejarse Halloween.
Pero nuestro país, no sería el único en Sudamérica que estaría pagando para que impere el miedo, también lo ha denunciado la presidenta argentina y el presidente venezolano, ambos mandatarios reconocidos anti norteamericanos a ultranza, es decir como que se estaría reflotando el Plan Cóndor esa cooperación de las dictaduras militares gorilas para exterminar opositores. Algo de razón tendría, entonces, el cuestionado embajador chileno en Uruguay, quien expresó que los bombazos son de grupos de ultraderecha(r).
Si bien Bachelet no fue explícita en decirlo, se puede leer entre líneas que la forma de frenar esta campaña sería tener más periodistas militantes que combatan o hagan caso omiso de la terrorífica campaña.
Es que la penetración del Halloween es muy fuerte, incluso ha llegado hasta España y la Presidenta fue testigo, si bien faltaban días para celebrar la fiesta del miedo la asustaron un poco las criticas de los medios y empresarios españoles a la reforma tributaria, pero recibió, también algunos dulces como la condecoración de los reyes y la honesta declaración de un empresario, quien expresó que a ellos siempre le gustaría tener impuestos mínimos, pero no puede ser porque los países necesitan recaudar fondos para satisfacer las múltiples necesidades de sus habitantes.
Eso sí, Bachelet evitó hacer alguna travesura al Presidente del gobierno español Mariano Rajoy, como eso de comparar la difícil situación legal por la que atraviesan los financistas y recaudadores del Partido Popular, con la investigación que se lleva a cabo en Chile contra los financistas de la UDI.
Pero antes de España Bachelet estuvo en Alemania, allí fue galardonada por una universidad con el grado de doctor Honoris Causa en reconocimiento a su compromiso con el libre acceso a la educación gratuita, parecía sacado de chiste de don Otto, esos que nadie entiende, porque mientras la premiaban, en Chile varios apoderados se movilizaban exigiendo el derecho a la libertad de pagar por la educación.
La Presidenta sostuvo una reunión con la Canciller Angela Merkel, y le expresó la admiración por los logros del sistema educacional alemán, ése que en Chile lo imparten colegios alemanes que en su mayoría son particulares pagados.
El escritor Roberto Ampuero, es hijo de esa educación alemana de elite, estudió en el Colegio Alemán de Valparaíso, y debe ser uno de los que más expectativas tenía puesta en la visita de Bachelet a Alemania, sobre todo ahora que se está ad portas de un nuevo aniversario de la caída del Muro de Berlín y por su última novela “Detrás del Muro”, donde crítica la actitud silenciosa de la izquierda chilena que nunca cuestionó la dictadura comunista de Honecker en la RDA. Ampuero, conoció bien de fondo esa realidad porque, al igual que Bachelet, vivió parte de su exilio bajo el sistema del socialismo real.
El escritor debe haber ansiado que en medio de la conferencia de prensa dada por Bachelet a medios germanos, surgiera la figura del “El camaleón”, Günter Wallraf, El Periodista Indeseable, quien con antecedentes en mano desenmascarara el silencio cómplice de la presidenta y toda la izquierda chilena ante las atrocidades cometida por la Stasi y los gritos de libertad de los ciudadanos de Alemania del Este, pero “El camaleón” nunca llegó e incluso un ministro de Sajonia, casi a manera de homenaje, señaló a la presidenta chilena que el camino que tomaron los ciudadanos de Alemania del Este y Chile contra sus dictaduras para recuperar el derecho a la libertad y democracia, es algo que une ambos países.
Es que para a pesar de Ampuero, el carisma de Bachelet parece haber cautivado también a los alemanes, quienes la ven casi como una igual, quizás si la comparan con la Merkel, ambas son naturales, medias rucias y vivieron en la RDA.
Lo mas cercano, entonces, a que se cumplan los deseos de Ampuero fueron las movilizaciones de un minoritario grupo de mapuches y simpatizantes que abogaron por la libertad del pueblo mapuche y calificaron al gobierno de Bachelet de fascista, pero ello no creo que lo consuele, porque era lo mismo que gritaban del gobierno de Piñera, del cual el escritor fue Ministro de Cultura.
Así la crítica de Ampuero quedará en el ámbito de la literatura, es decir de la ficción, y el triunfo de la ideas de la izquierda parecería reafirmarse lo que si bien a Roberto puede entristecerlo un poco, la pena no creo que le dure mucho porque su libro, como pronostican los libreros, se venderá bastante, es posible que se convierta en un best seller, después de todo el sector que ahora el escritor representa, no tiene precisamente escaso poder adquisitivo, de seguro será regalo obligado de navidad, eso sí autografiado y comentario obligado del Oktoberfest, la Fiesta de la Cerveza que, al igual como el Halloween, está entrando con fuerza en Chile.
Pero de todos los políticos chileno, Andrés Velasco que se educó en Estados Unidos, debe ser uno de los que más conoce y disfruta Halloween. Al saber que Bachelet retornó hoy al país, se consiguió un disfraz de militante puro y sincero y acudirá a La Moneda, la ANI habría puesto en aviso al gobierno, mucho Halloween será pero como que no cayó en gracia, han dado expresas instrucciones a la guardia de palacio de impedir que se acerque, pero Andrés, El Travieso, precavido como es, ya compró una docena de huevos, por si acaso.
La tradición pagana propia del Estados Unidos laico y protestante para pesar de la Iglesia Católica, es hoy más conocida que la Cruz de Mayo, esa fiesta de catolicismo popular y caridad cristiana que celebran las familias menesterosas sureñas recorriendo las ciudades pidiendo limosna y alrededor de una gran fogata compartir lo obtenido.
Al anochecer del 2 de mayo en Temuco, los cincuentones nostálgicos de las barricadas antipinocheteras suelen subir a la cumbre del Ñielol o el Conun Huenu, pero por culpa del otoñal smog que cubre la ciudad, ven frustrados sus deseos de contemplar extasiados las fogatas que vuelven, como un deju vu, a iluminar las poblaciones temucanas.
“Aquí anda la Santa Cruz
visitando a sus devotos,
con un cabito de vela
y un cantarito de mosto.
Si la tiene, no la niegue,
le servirá de algún daño
por no dar la limosna
a la Santa Cruz de Mayo.
Muchas gracias caballero (señorita)
por la limosna que ha dado,
pasaron las tres Marías
por el camino sagrado.
Esta es la casa de los Pino
donde viven los mezquinos.
Esta es la casa de los Tachos
donde viven los borracho".
Este año el gobierno, para mejorar las relaciones con la Iglesia Católica, sale al rescate de la identidad nacional y espera detener el consumismo del Halloween. Si bien algunos representantes de la Nueva Mayoría ya lo habían deslizado previamente, fue la mismísima Presidenta Bachelet, conociendo los devotos que son los coños y que la Cruz de Mayo es parte de nuestra herencia hispana, fue la encargada de denunciarlo públicamente en su reciente viaje a España: “En Chile hay una campaña del terror pagada contra la reforma educacional”, expresó a los medios de comunicación españoles, a pocos días de festejarse Halloween.
Pero nuestro país, no sería el único en Sudamérica que estaría pagando para que impere el miedo, también lo ha denunciado la presidenta argentina y el presidente venezolano, ambos mandatarios reconocidos anti norteamericanos a ultranza, es decir como que se estaría reflotando el Plan Cóndor esa cooperación de las dictaduras militares gorilas para exterminar opositores. Algo de razón tendría, entonces, el cuestionado embajador chileno en Uruguay, quien expresó que los bombazos son de grupos de ultraderecha(r).
Si bien Bachelet no fue explícita en decirlo, se puede leer entre líneas que la forma de frenar esta campaña sería tener más periodistas militantes que combatan o hagan caso omiso de la terrorífica campaña.
Es que la penetración del Halloween es muy fuerte, incluso ha llegado hasta España y la Presidenta fue testigo, si bien faltaban días para celebrar la fiesta del miedo la asustaron un poco las criticas de los medios y empresarios españoles a la reforma tributaria, pero recibió, también algunos dulces como la condecoración de los reyes y la honesta declaración de un empresario, quien expresó que a ellos siempre le gustaría tener impuestos mínimos, pero no puede ser porque los países necesitan recaudar fondos para satisfacer las múltiples necesidades de sus habitantes.
Eso sí, Bachelet evitó hacer alguna travesura al Presidente del gobierno español Mariano Rajoy, como eso de comparar la difícil situación legal por la que atraviesan los financistas y recaudadores del Partido Popular, con la investigación que se lleva a cabo en Chile contra los financistas de la UDI.
Pero antes de España Bachelet estuvo en Alemania, allí fue galardonada por una universidad con el grado de doctor Honoris Causa en reconocimiento a su compromiso con el libre acceso a la educación gratuita, parecía sacado de chiste de don Otto, esos que nadie entiende, porque mientras la premiaban, en Chile varios apoderados se movilizaban exigiendo el derecho a la libertad de pagar por la educación.
La Presidenta sostuvo una reunión con la Canciller Angela Merkel, y le expresó la admiración por los logros del sistema educacional alemán, ése que en Chile lo imparten colegios alemanes que en su mayoría son particulares pagados.
El escritor Roberto Ampuero, es hijo de esa educación alemana de elite, estudió en el Colegio Alemán de Valparaíso, y debe ser uno de los que más expectativas tenía puesta en la visita de Bachelet a Alemania, sobre todo ahora que se está ad portas de un nuevo aniversario de la caída del Muro de Berlín y por su última novela “Detrás del Muro”, donde crítica la actitud silenciosa de la izquierda chilena que nunca cuestionó la dictadura comunista de Honecker en la RDA. Ampuero, conoció bien de fondo esa realidad porque, al igual que Bachelet, vivió parte de su exilio bajo el sistema del socialismo real.
El escritor debe haber ansiado que en medio de la conferencia de prensa dada por Bachelet a medios germanos, surgiera la figura del “El camaleón”, Günter Wallraf, El Periodista Indeseable, quien con antecedentes en mano desenmascarara el silencio cómplice de la presidenta y toda la izquierda chilena ante las atrocidades cometida por la Stasi y los gritos de libertad de los ciudadanos de Alemania del Este, pero “El camaleón” nunca llegó e incluso un ministro de Sajonia, casi a manera de homenaje, señaló a la presidenta chilena que el camino que tomaron los ciudadanos de Alemania del Este y Chile contra sus dictaduras para recuperar el derecho a la libertad y democracia, es algo que une ambos países.
Es que para a pesar de Ampuero, el carisma de Bachelet parece haber cautivado también a los alemanes, quienes la ven casi como una igual, quizás si la comparan con la Merkel, ambas son naturales, medias rucias y vivieron en la RDA.
Lo mas cercano, entonces, a que se cumplan los deseos de Ampuero fueron las movilizaciones de un minoritario grupo de mapuches y simpatizantes que abogaron por la libertad del pueblo mapuche y calificaron al gobierno de Bachelet de fascista, pero ello no creo que lo consuele, porque era lo mismo que gritaban del gobierno de Piñera, del cual el escritor fue Ministro de Cultura.
Así la crítica de Ampuero quedará en el ámbito de la literatura, es decir de la ficción, y el triunfo de la ideas de la izquierda parecería reafirmarse lo que si bien a Roberto puede entristecerlo un poco, la pena no creo que le dure mucho porque su libro, como pronostican los libreros, se venderá bastante, es posible que se convierta en un best seller, después de todo el sector que ahora el escritor representa, no tiene precisamente escaso poder adquisitivo, de seguro será regalo obligado de navidad, eso sí autografiado y comentario obligado del Oktoberfest, la Fiesta de la Cerveza que, al igual como el Halloween, está entrando con fuerza en Chile.
Pero de todos los políticos chileno, Andrés Velasco que se educó en Estados Unidos, debe ser uno de los que más conoce y disfruta Halloween. Al saber que Bachelet retornó hoy al país, se consiguió un disfraz de militante puro y sincero y acudirá a La Moneda, la ANI habría puesto en aviso al gobierno, mucho Halloween será pero como que no cayó en gracia, han dado expresas instrucciones a la guardia de palacio de impedir que se acerque, pero Andrés, El Travieso, precavido como es, ya compró una docena de huevos, por si acaso.
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